Naturaleza y tradición, así definimos nuestra visita al Parque Natural de Montesinho en la histórica región de Trás-os-Montes al nordeste de Portugal, cuya capital es Bragança.
Naturaleza en estado vivo, por sus más de 75.000 hectáreas protegidas, que cuentan con dos grandes montañas, la Serra de Coroa en el lado oeste y la Serra de Montesinho que alcanza los 1486 metros de altitud en su lado este.
Tradición, por sus costumbres y folklore, que ha sabido preservar, fruto del difícil acceso que han tenido durante siglos estas tierras, lo que ha creado un carácter propio de sus gentes.
Aconsejamos una visita al Museo Ibérico de la Máscara y el Traje en Bragança para entender las diversas celebraciones y rituales, muchas de ellas relacionadas con el ciclo de la tierra, que se dan en las diferentes aldeas de la conocida como Terra Fría Trasmontana.
¿Dónde se encuentra el Parque Natural de Montesinho?.
El Parque Natural de Montesinho linda con España, concretamente con las provincia de Orense y Zamora (Sierra de la Culebra y Parque Natural del Lago de Sanabria. Fue reconocido en 1979 como parque natural protegido y cuenta con unas 75.000 hectáreas, uno de los más grandes de los 12 existentes en Portugal. Actualmente residen unas 9000 personas que se reparten entre sus 92 aldeias.
Las altitudes varían entre los 1486 metros en la Sierra de Montesinho y los 438 metros en el cauce del río Mente.

Puedes descargarte el mapa ilustrativo del parque y sus aldeas en Pdf en el enlace: mapa montesinho.cdr
El paisaje del parque es muy heterogéneo pudiendo distinguir tres zonas bien delimitadas: una amplia zona de bosques de castaños (es la zona más abundante del país), otra zona de robledales y una de inmensas praderas.
Se pueden realizar decenas de senderos de pequeño recorrido debidamente marcados con señales rojas y amarillas. os recomendamos un dar vistazo a la web del Parque Natural: Turismo de Naturaleza en el parque natural de Montesinho.
Por otro lado, la diversidad geológica del parque, junto con sus variantes climáticas, origina una flora y fauna muy variada, hábitat ideal para animales como el lobo, el jabalí, el corzo, y otras 240 especies de animales.
En Portugal no pudimos ver lobos, pero en la vecina provincia española de Zamora, concretamente en Sanabria y la Sierra de Culebra, visitamos el Centro del Lobo Ibérico. Os recomendamos una visita guiada a este centro en Robledo (Sanabria): Visita al centro del Lobo Ibérico Félix Rodríguez de La Fuente de Sanabria.
En cuanto a la mejor época para visitar el parque, pues cualquiera de ellas; aunque un proverbio popular dice «son nueve meses de invierno y tres de infierno», ya que hace mucho frío por la altitud y continentalidad de la zona, de aquí lo de Terras Frías, y en verano puede llegar a alcanzar temperaturas altas.
Nuestro recorrido por el parque.
Dedicamos un día para visitar el Parque Natural, efectivamente no pudimos visitar cada una de las 92 aldeas. Salimos desde Bragança y tomamos la carretera N103-7 siguiendo el trascurso del río Sabor. Paramos en las pequeñas aldeias de Baçal, Rabal y França, todas ellas pequeñas pero con un encanto especial, al haber sabido conservar las construcciones tradicionales con paredes de pizarra o de granito, elementos de la naturaleza que se funden con el paisaje.
Una pequeña iglesia y una modesta plazoleta son los elementos comunes, y lo que más nos gustó de estos pueblecitos es la cantidad de plantas y flores que adornan las fachadas de las casitas de planta baja.
A continuación visitamos Montesinho, una pequeña aldea que forma parte del selecto grupo de «Aldeias preservadas de Portugal» por su singular arquitectura tradicional. Es una gozada pasear por sus callejuelas, donde encontrarás pequeños alojamientos rurales familiares y coquetas tabernas.
Nosotros comimos en «Casa da Edra», un pequeño negocio familiar que cuenta con algunas habitaciones. Anabela fue nuestra simpática anfitriona. Comimos productos típicos de la región elaborados artesanalmente en la casa con materia prima kilómetro cero. Hablamos de pan de castaña cocido en horno tradicional, aceites vírgenes, queso de oveja, alheiras (embutido tradicional), y como plato principal jabalí estofado con salsa de castañas. también el postre casero tenía como ingrediente principal la castaña, pudín y tarta.
Nuestra próxima parada fue Dine. Lugar conocido por albergar una cueva del Neolítico. En el pueblo hay una pequeña casa-museo que cuenta con una exposición de objetos hallados en la cueva. Se trata de una casa particular cuya propietaria Donã Judithe es una fuente viva de historias y experiencias de la zona. También hay una ruta de antiguos hornos de cal.
En el parque encontrarás varias playas fluviales, ideales para darse un chapuzón en los días de más calor. Nosotros nos remojamos en las Termas do Tuela entre Dine y Fresulfe. El lugar para ser verano no estaba nada masificado. Cuenta con una amplia zona de aparcamiento y servicio de bar.
Para finalizar nuestra ruta circular paramos en Vinhais, una de las localidades más pobladas. En la parte más elevada cuenta con una muralla y un castillo que por su ubicación fronteriza tuvo gran importancia militar.
Si buscas la autenticidad y la calma de los pequeños pueblos, aquí encontrarás tu destino ideal.