Conocida por algunos como la Venecia portuguesa, Aveiro es un destino muy atractivo para hacer una escapada desde Oporto en el norte de Portugal. Ciudad de origen medieval, fue creada por la condesa de Mumadona Dias (la misma que creó el castillo de Guimaraes) durante el siglo X.
Si a algo le caracteriza Aveiro son sus tres canales que dividen la ciudad en dos partes. En la actualidad convertidos en un recurso turístico, pero hasta no hace mucho tiempo se utilizaban para transportar sal y algas comestibles en los Moliceiros.
¿Qué son los moliceiros?.
Los moliceiros son unas embarcaciones tradicionales que nos recuerdan un poco a las góndolas venecianas pero con una diferencia notable, funcionan a motor y son más grandes que aquellas. Como hemos comentado servían de medio de transporte para la sal de las cercanas salinas de Aveiro.
Hoy en día, tienen un uso turístico y están pintadas en vivos colores con grabados de escenas cotidianas de la vida del pescador, o muchas de ellas con escenas “picantes”.
Son varias las empresas que organizan un tour panorámico con algunas explicaciones con una duración de 45 minutos. Durante la ruta se recorren las salinas, el barrio viejo de los pescadores y el Centro de Congresos. También se realiza una panorámica por la principales casas modernistas que miran a la ría.
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Salinas de Aveiro (Ecomuseo Marinha da Troncalhada).
Una visita muy interesante para conocer la que hasta no hace mucho era la base de la economía local es el Ecomuseo Marinha da Troncalhada en las salinas de Aveiro, a las afueras de la ciudad. Aquí se explica detalladamente el proceso de extracción de la sal. Además en las salinas podrás ver de cerca el trabajo de los “marnotos” (trabajadores de las salinas) y observar flamencos y otras aves.
El negocio de la sal fue muy productivo en épocas pasadas cuando no habían frigoríficos y se utilizaba pra conservar los alimentos.
Barrio de Beira Mar.
La zona de mayor interés monumental y turístico está en el centro histórico o barrio de Beira Mar, lo que era el antiguo barrio de pescadores.
Aquí se encuentra la Praça do Peixe, lugar donde antiguamente se asentaba la lonja de pescado y hoy en día un mercado tradicional de ofrece productos frescos del mar. Se trata además de una de las plazas más animadas de la ciudad rodeada de terrazas, bares y restaurantes.
El barrio es atravesado por los canales y sobre éstos hay varios puentes, algunos muy fotografiados. Uno de los más bonitos es el Puente de Carcavelos o de los Enamorados. Se trata de un pequeño puente peatonal sobre el canal de San Roque.
También existe el Ponte Laços de Amizade. Aquí se cuelgan lazos multicolores como símbolo de amistad, aunque se ha expandido al resto de puentes ante la abundancia de cintas. La verdad es que preferimos esta bonita costumbre a los candados que cuelgan en otras ciudades como Florencia o París que pesan y contaminan las aguas de las llaves que son lanzadas.
Otro puente es el colgante Ponte Dos Botiroes, de estilo mucho más moderno.
El centro histórico conserva bastantes fachadas modernistas o de estilo Art Nouveau, todo un exponente en el modernismo portugués que hará las delicias a los amantes de este movimiento artístico. De entre estos edificios destacamos el Museo de Arte Nova.
El edificio religioso de mayor relevancia es la Catedral o Sé de Aveiro. Este templo católico fue consagrado en el año 1464 y fundado por el Infante D. Pedro en estilo gótico, aunque posteriormente durante los siglos XVI y XVII se acometieron algunas reformas añadiendo elementos barrocos.
De su imponente fachada destacan sus cuatro columnas salomónicas y las imágenes de las Virtudes Humanas.
En la Plaza se puede apreciar un cruceiro del siglo XV. Junto a la catedral se ubica un antiguo Convento de Dominicos que también desempeñó funciones de cuartel.
En la Plaza de la República encontrarás dos edificios interesantes: el edificio de los Paços do Concelho (el Ayuntamiento) y la Iglesia de la Misericordia.
La Casa Consistorial es un edificio de finales del siglo XVII con fachada típica pombalina, caracterizada por una austeridad ornamental y simetría. Fue utilizado como cárcel en otros tiempos.
La Iglesia de la Misericordia del siglo XVI destaca por su fachada revestida de azulejos azules entre los que sobresale un portal clásico con ornamentación barroca con cuatro columnas corintias.
Otro templo interesante es la Iglesia de Nossa Senhora de Representaçao levantada en el año 1606. Destaca por su bonita fachada con azulejos azules, en obras cuando la visitamos, y su interior dorado.
En cuanto a arquitectura industrial se refiere los edificios más emblemáticos son por un lado, la Estación de Ferrocarril, con bonitos azulejos en color azul, y por otro el Aveiro Congress Center. Este centro de convenciones y congresos se ubica en la que fuera una antigua fábrica de cerámicas con ladrillos rojos. Los moliceiros llegan hasta este punto.
Muy cerquita de aquí encontrarás las populares escaleras con la enseña de “I love Aveiro”.
Otro edificio que forma parte del patrimonio industrial de la ciudad sería el Faro da Barra que data de 1879 y mide más de 60 metros de altura lo que lo convierte en el más alto de Portugal y uno de los más altos de Europa. Se ubica fuera de la ciudad en la turística Praia da Barra.
Praia da Costa Nova.
A unos 10 kilómetros del casco urbano de Aveiro encontramos la playa de Costa Nova, importante zona turística estival de playas de fina arena blanca.
El lugar es muy conocido por sus coloridas casas pintadas a rayas conocidas como “palheiros”. Estas casitas se utilizaban originalmente por los pescadores para guardar los materiales y artilugios de pesca. Actualmente se utilizan como casas de veraneo, apartamentos turísticos o como bares o restaurantes.
Por cierto no os vayáis de Costa Nova sin probar su pescado fresco, en especial la caldeirada de enguias, un estofado de anguilas de la ría.
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