Hemos visitado la provincia de Teruel en varias ocasiones. Hemos estado en la archiconocida Albarracín, en la capital, famosa por su arte mudéjar, o en los pueblos con encanto de Rubielos de Mora y su vecino Mora de Rubielos.
Es una provincia poco poblada, apenas 135.000 habitantes, pero que guarda unos tesoros de valor incalculable. La tranquilidad y autenticidad que se respira en cada rincón es el máximo aliciente que nos hace repetir cada año y descubrir cada uno de sus pueblos y aldeas.
Este mes de agosto, nos decantamos por la Comarca del Bajo Aragón, al norte de la provincia, para conocer el municipio de Alcañiz.
Qué ver en Alcañiz.
La capital histórica de Bajo Aragón, es una atractiva ciudad donde residen cerca de 17.000 almas, el segundo municipio más poblado de la provincia, cabecera de comarca con un área de influencia que arrastra a otras comarcas vecinas por su atractivo comercial y por ser una ciudad de servicios.
Entre sus atractivos destacan sus monumentos, la gastronomía, el entorno natural y su importancia en el mundo del motor y la velocidad.
El casco urbano queda delimitado por el cerro de Pui Pinos y el paso del río Guadolope que sirve de nexo entre el casco viejo y el ensanche. El cerro es un pulmón verde para la ciudad que alberga en su punto más alto, uno de los iconos de la ciudad, el castillo. En la falda del cerro se ubica un interesante espacio cultural en forma de anfiteatro romano
El cauce del río Guadalope a su paso por el casco urbano es un punto de esparcimiento y ocio para los residentes; pero también un espacio que alberga una variada avifauna.
Plaza de España.
El centro neurálgico de la ciudad es la Plaza de España, donde se encuentran los principales monumentos y la Oficina de Turismo.
Pasadizos subterráneos.
Justo bajo esta plaza y con entrada, previo pago, en la oficina de turismo, se encuentran los pasadizos subterráneos construidos en piedra arenisca. El subsuelo del centro histórico esconde una red de pasadizos que comunican algunos edificios entre sí. Durante el recorrido se pueden observar también una bodega y una nevera del siglo XIV construida para conservar alimentos con la nieve de la montaña.
Lonja Gótica.
La Plaza de España o Mayor, no deja indiferente a nadie que aprecie el patrimonio. Tres son los edificios a destacar en la misma. El primero es la bellísima Lonja Gótica del siglo XV.
¿No os recuerda a las lonjas que se pueden apreciar en ciudades italianas como Florencia?.
A destacar los tres enormes arcos apuntados de la planta baja, su función era meramente comercial para la celebración de ferias o mercados.
Casa Consistorial.
El segundo de los edificios a destacar es la Casa Consistorial o Ayuntamiento. En este caso hablamos de una joya renacentista, cuyas obras concluyeron en 1570.
En la fachada principal se aprecian tres plantas con ventanas adinteladas y decoración con capiteles dóricos y jónicos. El escudo de la ciudad se alza por encima del portalón de acceso al edificio.
En la tercera altura se ubica una galería de tipo aragonés, muy típica en la comarca.
Excolegiata de Santa María La Mayor.
El tercero de los edificios y de los movimientos artísticos que se aprecian en esta monumental plaza, es la barroca excolegiata de Santa María La Mayor.
Sorprenden las proporciones de su ornamental fachada mayor. La planta del templo nos recuerda a la Basílica de El Pilar de Zaragoza. De su antecesora iglesia gótica, sólo conserva una torre. Es habitual observar cigüeñas en lo alto de su campanario.
La Plaza de España es un museo al aire libre donde destacan tres edificios en tres estilos diferentes: el gótico, el renacentista y el barroco.
Barrios medievales.
Los barrios medievales de Almudines y de Santiago del siglo XIV, son una muestra del glorioso pasado que vivió la ciudad. Resulta una experiencia muy agradable un paseo por la antigua judería con su original estructura en forma de cuadrícula de sus calles y manzanas.
Refugios antiaéreos.
Bajo la calle Santo Domingo se pueden visitar los refugios antiaéreos, un ejemplo de los más de cuarenta que se supone se construyeron en la ciudad. Tristemente cabe recordar que la ciudad sufrió un tremendo bombardeo el 3 de marzo de 1938, que acabó en apenas un minuto, con la vida de más de 300 alcañizanos.
Castillo calatravo de Alcañiz.
Pero sin duda para nosotros, la gran joya es el Castillo calatravo de Alcañiz. Por un módico precio de 4 € o 3 € para estudiantes o jubilados (los menores de 14 años no pagan), puedes visitar el tesoro que alberga el interior de esta histórica fortaleza.
El origen de este castillo puede remontarse a mediados del siglo XII en una avanzadilla durante la expansión cristiana tras la reconquista.
Esta fortaleza fue donada a la Orden de Calatrava, de carácter militar, en agradecimiento a la ayuda prestada durante el proceso de expulsión de los moriscos. El entonces monarca, Alfonso II, no solo entregó este castillo a la orden en 1179, sino también la propia ciudad en sí. Esta nueva situación supuso un duro sometimiento de la población que quedó bajo el dominio feudal de la orden.
Un hecho que marcó el devenir de este histórico edificio, en estado ruinoso en el siglo XX, tras sufrir el abandono y numerosos expoleos, fue el descubrimiento a finales de los años 50, por parte de un reputado profesor, de unas pinturas murales escondidas tras el hollín. Este hecho lo salvó del derribo por parte de las autoridades locales. Posteriormente, tras la visita del entonces Ministro de Turismo, Manuel Fraga, se decidió construir en el mismo, un Parador Nacional de Turismo, que es todo un orgullo para la provincia.
El castillo estuvo a punto de ser derribado a finales de los 50, pero el hallazgo de las pinturas murales escondidas tras el hollín, lo salvó de la “quema”.
Lo más importante de la visita del conjunto arquitectónico son sus pinturas murales, sólo visitables con visita guiada. Este conjunto mural se reparte en diferentes estancias del monumento. Fue llevado a cabo entre los años 1290 y 1375, y suponen uno de los ejemplos del gótico aragonés más importantes en la actualidad.
El atrio de la Iglesia o planta baja de la Torre del Homenaje nos muestra momentos de la vida de Jesús, como una escena de la Santa Cena o el Calvario. Pero también podemos apreciar un detalle de un combate entre musulmanes y cristianos, así como figuras demoníacas.
Ya en la planta noble de la Torre del Homenaje podemos apreciar escenas de carácter historicista como la reconquista, por parte del rey Jaime I o el encuentro entre Jaime I y Alfonso X de Castilla.
Pero Alcañiz, guarda otro tesoro cultural, en forma de pinturas, nos referimos a las pinturas rupestres descubiertas en 1913, en el abrigo rupestre de Val del Charco del Agua Amarga, declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1998.
En un friso de unos 7 metros de ancho, podemos distinguir escenas de cazadores portando arcos y flechas o un conjunto de ciervos y jabalíes.
El patrimonio mural de Alcañiz abarca desde pinturas rupestres, declaradas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, hasta pinturas góticas de un valor incalculable en el Castillo de los calatravos.
Embalse de la Estanca.
A escasos tres kilómetros del núcleo urbano encontramos el embalse de la Estanca, espacio catalogado de interés natural para aves acuáticas, por estar incluido en la lista de Zonas Húmedas de Importancia Regional elaborada por la SEO (1987).
En el embalse se pueden practicar deportes naúticos y tomar un baño, existe incluso, una pequeña playa con arena en la orilla, frente al camping del mismo nombre y merendero.
Los amantes del senderismo o paseos en bicicleta, disponen de un recorrido circular de 8 kilómetros muy atractivos entre pinos y otras especies vegetales.
Alojamiento en Camping la Estanca.
Los que nos seguís sabéis que solemos viajar con nuestra perrita Lola. Por ello escogimos un alojamiento dogfriendly muy animado, frente al embalse y a escasos kilómetros del pueblo, el Camping La Estanca.
Las instalaciones están muy bien, pudiendo elegir entre diferentes tipos de bungalows, el nuestro estaba enfrente de las piscina.
Si viajáis con niños, encontraréis una amplia oferta de actividades, yoga nocturno, juegos de agua, baile, gymcanas,… Nosotros lo hicimos con la niña saharaui que acogimos este verano y otra niña de este proyecto y lo pasaron genial.
Motorland Aragón.
En el año 2009 se inauguró a 5 kilómetros del caso urbano, la Ciudad del Motor de Aragón, un autódromo con una superficie de 350 hectáreas. En este complejo deportivo se celebran pruebas de gran renombre internacional como el Campeonato del mundo de Moto GP, el mundial de Superbikes o las World Series by Renault.
Sin lugar a dudas, Alcañiz no nos defaudó. Además se come muy bien, carnes de caza, platos de cuchara, el auténtico jamón de teruel D.O, o el melocotón de Calanda.
No dudamos en repetir visita, tal vez en Semana Santa, para disfrutar de su famosa tamborada, Fiesta declarada Patrimonio de la Humanidad.
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