Los cestrianos, así se les llama a los oriundos de Chester, tienen un motivo más para sacar pecho de su hermosa ciudad. Y es que la Inteligencia Artificial escogió a esta ciudad británica como la más bonita del mundo en base al porcentaje de edificios (un 83,7%) que se ajusta a la Proporción Áurea.
Si soy consciente de que esto te suena a chino, de hecho nosotros tampoco teníamos ni idea. Dicha Proporción Áurea es utilizada por los científicos como barómetro de belleza y numéricamente es una proporción de 1:1,618.
Y por ende Chester fue elegida la ciudad más bonita de nuestro planeta, según la armonía que guarda su arquitectura urbana.
No seremos nosotros quienes cuestionen ese gran privilegio, pero la verdad es que razones no le faltan. La ciudad conserva todo su perímetro amurallado, tanto de época romana como medieval, con más de tres kilómetros de longitud, convirtiéndose en la ciudad amurallada mejor conservada del Reino Unido, además de otras particularidades que os iremos descubriendo con la lectura de este blog.
Dónde se encuentra Chester y cómo llegar.
La ciudad de Chester se ubica en el noroeste de Inglaterra cerca de la frontera con Gales en el condado de Cheschire. Se encuentra a unos 300 kilómetros de Londres, pero mucho más cerca de otras grandes ciudades británicas como Liverpool, de la que dista unos 25 kilómetros o Manchester, a unos 50 kilómetros.
Por lo tanto si tu destino es alguna de estas dos ciudades industriales a las que vuelan muchas compañías desde España, no tienes escusas para acercarte a la bella Chester, tanto en bus como en tren.
Nuestro consejo es que pernoctes al menos una noche, sobre todo si viajas en invierno, ya que a las 15:30 horas está totalmente oscuro, lo que no le resta belleza.
Nosotros viajamos en tren desde Liverpool y tardamos unos 45 minutos en llegar, ya que se hacen varias paradas.
La estación de tren se encuentra a escasos 10 minutos a pie del centro histórico y monumental de la ciudad, con lo que no necesitas hacer uso de transporte público.
En cuanto a los autobuses existen buenas conexiones desde las grandes ciudades con las compañías Stagecoach Group y Arriva Buses.
Un poco de historia.
Etimológicamente el vocablo Chester proviene de la antigua palabra anglosajona «ceaster», que significa «ciudad fortificada» o «fortaleza».
Chester fue fundada por los romanos en el siglo I d.C. en tiempos del emperador Vespasiano. Durante la dominación romana era conocida como Deva Victrix, y era una importante fortaleza militar en la ribera del río Dee.
Aquí estaban establecidas la Legio II Audiutrix, hasta que a finales de los ochenta de nuestra era, la Legio II fuera enviada al continente, tomando su relevo en la guarnición la Legio XX Valeria Victrix.
Las murallas las construyeron los romanos pero fueron posteriormente reforzadas por los sajones ante la amenaza vikinga.
La ciudad de Chester fue uno de los últimos bastiones en caer bajo el dominio normando tras la invasión que sufriera en el año 1066.
El monarca Guillermo I de Inglaterra, El Conquistador, ordenó la construcción de un castillo como forma de asegurar la amenaza de los galeses con los que hace frontera.
Su puerto tuvo su mayor auge entre los siglos XII y XIV, pero fue perdiendo importancia en época medieval por el retroceso del mar ante la acumulación de sedimentos, hecho que impedía que lo barcos pudieran llegar hasta la ciudad provocando que Liverpool, hasta entonces una pequeña villa, le ganara la partida y fuera adquiriendo más importancia.
Qué ver en Chester.
Chester es una ciudad pequeña donde todos los monumentos y lugares de interés están concentrados en el casco antiguo, gran parte del mismo peatonal. Es por ello que aconsejamos visitar a pie y perderse por sus callecitas y galerías o rows.
Una de las mejores formas de adentrarse en la historia de esta apasionante ciudad es a través de un free tour. Beatriz hace unos tours muy amenos y a su vez de gran rigor histórico.
Murallas (Walls) de Chester.
Como hemos comentado más arriba, Chester puede presumir de contar con el recinto amurallado mejor conservado de Gran Bretaña con un perímetro de 3 kilómetros.
Puedes recorrerlas a pie y de este modo divisar la ciudad desde las alturas. Atravesarás las antiguas puertas medievales (Eastgate, Northgate, Saint Martin´s Gate, Watergate, Bridgewate, Newgate y Wolf Gate).
Si te fijas en la estructura de su muralla en forma de naipe cruzada por dos largas y anchas calles, reconocerás el origen romano de Chester, y no medieval de callejones estrechos.
Las murallas se cierran a las 9.00 pm desde tiempos antiguos. Nos cuenta la guía de forma irónica que si a esa hora permanece un galés en el interior del recinto amurallado se le puede disparar con un arco, ¡así sin vaselina ni nada 😂 !.
No es de extrañar que cuando el reloj se acerca a la fatídica hora, las 21:00 h, los británicos que se encuentran en el pub tomando una cerveza, o a las que hagan falta (deporte nacional) le susurren al galés de turno, de forma irónica, que vayan desfilando ya que el que avisa no es traidor. En fin rencillas del pasado 😂.
Eastgate y Reloj de Eastgate.
Una de las calles más importantes y bonitas es la Eastgate Street, de origen romano. Aquí encontramos la puerta medieval de Eastgate. Es una de las calles más comerciales y animadas de la ciudad.
En su origen la puerta estaba custodiada por una torre de madera que fue reemplazada por una torre de piedra en el siglo II, y posteriormente de nuevo durante el siglo XIV. La actual puerta data del año 1768 y consta de una estructura de tres arcos construidos en piedra arenisca.
En el año 1899 se agregó a la puerta el Reloj de Eastgate para celebrar el 80 aniversario de la Reina Victoria.
Como curiosidad, se dice que este reloj se ha convertido en el segundo más fotografiado del Reino Unido tras el Big Ben de Londres. No sabemos como lo medirán, pero es lo que dicen, cosas de las Redes Sociales #EastgateClock.
A mitad de la calle encontraremos La Plaza The Cross, punto donde se cruzan sus 4 calles principales: Watergate St, Bridge St, Eastgate St y Northgate St.
En ese punto se alza una pequeña columna de piedra, reconstrucción de un crucifijo del siglo XV junto a la St Peter´s Chuch. La cruz fue gravemente dañada por los Parlamentarios durante la Guerra Civil de 1646. Parte de ella fue recuperada y escondida hasta que apareciera de nuevo en el siglo XIX. Desde 1975 se erige en este punto.
Este lugar es punto de encuentro de los locales y es fácil encontrar en los días soleados músicos y artistas callejeros.
Caminar por sus calles es disfrutar de un museo al aire libre donde todo está protegido, desde su calzada empedrada hasta elementos que pasan desapercibidos pero que tienen su valor patrimonial. Hablamos por ejemplo de una estructura de hierro delante de las casas del entorno de la Catedral que servían para limpiarse los zapatos de barro en tiempos en los que las calles no eran adoquinadas.
O de las farolas que conservan la antigua base de cuando eran de aceite con un peldaño para sujetar la escalera que se utilizaba para encender los candiles.
Incluso en alguna de estas casas, propiedad de la Catedral, si os fijáis con detención encontraréis un «solecito» que indica que esas viviendas estaban aseguradas contra incendios. En fin detalles que suelen pasar desapercibidos.
The Rows, galerías elevadas.
Otra de las particularidades que hacen de Chester una ciudad original son los conocidos como The Rows, un conjunto de galerías cubiertas de origen medieval distribuidas en las cuatro calles principales del casco antiguo.
Estas galerías fueron construidas sobre antiguas ruinas romanas como un centro comercial de la época cubierto. Cabe recordar que en estos lares llueve un día si y otro también. Conserva todavía gran parte de ese comercio tradicional y pubs con mucha historia.
En la época de su construcción y durante años estas galerías estaban separadas por gremios: panaderos, lácteos, etc. Para acceder a las galerías basta con subir cualquiera de las escaleras que conducen a la primera planta.
Grosvenor Shopping Center.
Los amantes de las compras encontrarán su sitio en Grosvenor Shopping Center, una lujosa galería comercial al estilo de la Galleria Vittor Manuel II de Milán, con sus techos acristalados y sus muros decorados. Alberga más de 70 comercios en su interior.
Su fachada fue construida manteniendo la estética del entorno en estilo Tudor con los colores negro y blanco.
El Castillo de Chester.
El castillo se alza sobre una pequeña colina orientado al río Dee. Fue construido en el año 1070 por Hugh d’Avranches, segundo conde de Chester. En su origen fue un castillo de motte-and-bailey con una torre de madera. En el siglo XII, la torre de madera fue reemplazada por una torre cuadrada de piedra, la Torre de la Bandera.
De lo que queda en pie del complejo hallaremos restos del castillo medieval junto con otros edificios neoclásicos diseñados por Thomas Harrison construidos entre 1788 y 1813. Parte de estos edificios neoclásicos se utilizan hoy como Tribunales de la Corona y como museo militar.
Catedral de Chester.
El principal monumento religioso de Chester es su catedral cuya construcción data del año 1093 sobre los restos de un antiguo monasterio benedictino dedicado a una princesa anglosajona.
Fruto de sus diferentes remodelaciones podemos observar una mezcla de estilos arquitectónicos: Normando, Gótico inglés y Tudor.
El templo está dedicado al culto anglicano bajo la advocación de Jesucristo y la Virgen María. Su interior es rico en ornamentación y vidrieras. Se suele utilizar también como espacio de conciertos y exposiciones temporales.
Es posible subir a lo más alto de su torre principal (sin campanas) para ver una buena panorámica de la ciudad y el campo que la rodea. Cuesta unas 7 libras. También el interior, a diferencia de otras ciudades británicas es de pago.
Y ¿por qué digo que la torre no tiene campanas?. Pues porque se quitaron a mediados del siglo pasado ante las fuertes vibraciones para construir un campanario anexo, no exento de polémica, en la parte trasera de la Catedral. Su estilo nos recuerda a una torre de vigilancia romana construida en arenisca roja y pizarra.
Town Hall (Ayuntamiento).
En la misma plaza, frente a la Catedral normanda, se alza el principal edificio civil de Chester, el Town Hall.
El actual edificio data de 1869 y se construyó sobre las cenizas de la antigua cada consistorial del siglo XVII que se desplomó tras un terrible incendio. Fue inaugurado por el Príncipe de Gales quien luego se convirtiera en el Rey Eduardo VII.
El Ayuntamiento de Chester se construyó con un estilo arquitectónico neogótico, utilizando elementos característicos de la arquitectura gótica del siglo XIII. Tiene 3 relojes esféricos en su torre central.
Casas georgianas.
Seguramente uno de los motivos por los que Chester es considerada la ciudad más bella del mundo sea que gran parte de sus edificaciones son de estilo victoriano construidos sobre un entramado de madera jacobino en blanco y negro encargado por que fuera Duque de Westminster.
Pero hay que distinguir entre las casas originales en estilo Tudor que datan del siglo XVI y las reconstrucciones y posteriores edificaciones del siglo XIX. Las primeras, las originales están fabricadas íntegramente en madera no decorativa.
Por su parte, las del siglo XIX o Tudor Revival, en la parte baja poseen piedra o ladrillo. Según nuestra guía el 90% son revival.
Este tipo de viviendas hacen de Chester una ciudad diferente dentro de Gran Bretaña. Nos recuerda más a Alemania o al norte de Francia.
Anfiteatro y Jardines romanos.
El anfiteatro romano fue construido en el siglo I de nuestra era con una capacidad en torno a los 7000 espectadores, lo que le convierte en uno de los mayores de toda Gran Bretaña.
Fue hallado casualmente en 1829 durante los trabajos de construcción de un convento. Parte del mismo se encuentra debajo de dicho convento.
Su estado de conservación no es más óptimo debido a que las gradas estaban confeccionadas en madera, y no en piedra como en otros casos.
En cuanto a los Jardines Romanos (Roman Gardens) se encuentran muy próximos. Se trata de una colección de columnas procedentes de la construcción del fuerte romano de la antigua Deva. Podemos observar columnas de la sala de ejercicios de las termas romanas o del cuartel general.
Se ha reconstruido el hipocausto del complejo termal con los pilares originales hallados en 1863. Todo un museo de arqueología al aire libre.
Ambos espacios monumentales se encuentran dentro del Grosvenor Park, pulmón verde de la ciudad. El parque fue inaugurado en 1867 y en él se pueden visitar las ruinas de la Iglesia de San Juan Bautista. El territorio sobre el que se construyó fue donado a la ciudad por Richard Grosvenor, Marqués de Westminster quien también financió el diseño que corrió a cargo del renombrado paisajista y arquitecto Robert Kempt.
Puente Viejo sobre el Dee y canales.
The Old Bridge of Chester data de 1387 pero reemplaza un puente romano anterior construido con pilares de piedra y calzada de madera.
El puente cruza el río Dee junto a una presa donde se pueden ver aves acuáticas pescando. Desde el río se puede hacer un pequeño crucero panorámico por la ciudad. También existe un canal menor.
Museos de Chester.
Museo Grosvenor.
El Museo Grosvenor toma su nombre de la familia de los duques de Westminster, quienes fueran grandes terratenientes de este condado. Fue fundado en 1886 sobre un precioso edificio como museo arqueológico y de historia natural.
Muy interesante resulta la sala dedicada a la época romana de Chester con lápidas y restos de columnas. Se explica muy bien como se construyó la muralla romana, así como los modos de vida de esta civilización. Destaca la lápida funeraria del Draconarius, caballero fallecido en la antigua DEVA.
Pero lo que más nos gustó fue la parte acondicionada para reflejar las diferentes instancias de una casa de la época victoriana. Las escenas resultan de lo más real.
El museo tiene entrada libre, aunque se aceptan donaciones, y lo bueno es que abre todos los días, incluso lunes.
Museo Militar de Cheschire.
Este museo es mucho más específico, ya que se trata de un museo militar que cuenta la historia de cuatro regimientos del ejército británico adscritos al condado de Cheschire desde el año 1685.
También abre todos los días, pero en este caso cuesta 4 libras.
Hipódromo de Chester.
El hipódromo de Chester (Chester Racecourse) es el más antiguo de Inglaterra. Según investigaciones la primera carrera tuvo lugar el 9 de febrero de 1539.
Se construyó sobe las ruinas de un antiguo puerto romano. Todavía se utiliza para ver carreras y realizar apuestas, otra de las aficiones de los anglosajones.
Parece una ciudad muy interesante. Nos acercaremos desde Liverpool esta Semana Santa. Un saludo
Merece mucho la pena y si puedes haz una noche en Chester.
Que ciudad más bonita
El centro histórico es de cuento. Definitivamente tenéis que ir. Un saludo.
Visité la ciudad en mi época de estudiante y la disfruté mucho. ¡Qué buenos recuerdos!
¿Has notado cambios en la ciudad?. Es muy bonita.
Tiene muy buena pinta!!! Habrá que hacer una escapada!
Encontraréis vuelos muy baratitos desde Valencia o Elche a Manchester y Liverpool. un saludo.
Por lo que veo y leo seguro que me encanta. Tenía ganas de ir por allí antes, pero ahora han aumentado…esas casas con entramados de madera nos encantan
Es una construcción preciosa, una ciudad muy amable por su tamaño y encanto.
No conozco la ciudad y me parece que es ideal para una escapada. Hay mucho que ver.
Gracias por tu comentario. Merece la pena una escapadita. Hay vuelos desde los aeropuertos de la Comunitat Valenciana a Liverpool y Manchester.
Una ciudad muy completa. No hemos estado así que nos han entrado muchas ganas de conocerla. Gracias por tus explicaciones.
Muchas gracias por tu comentario. Una ciudad que os fascinará.
Que chulo todo! Gracias por la info. Tomo nota de todo para cuando la visite.
Merece la pena una visita de al menos un día. Tiene mucho qué ver.
Bonita y curiosa ciudad. Ya hemos reservado visita guiada. Gracias por tan completa información.
Ya nos cuentas que te pareció la ciudad. buen viaje!
Descubrimos Chester por casualidad es una escapada a Gales. Nos gustó muchísimo, ¡qué recuerdos!
Qué gran descubrimiento. Seguro que la disfrutasteis mucho. Un saludo.
Una ciudad con una arquitectura muy diferente a lo que estamos acostumbrados en el Reino Unido.