Albacete es una provincia que cuenta con unos espacios naturales de gran belleza. Una de las cascadas más bonitas de España se encuentra aquí dentro del Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima, en plena Sierra del Segura.
Se trata de un paraje natural, cuyo máximo atractivo es su gran cascada con una caída de casi 100 de altura. Pero también es un auténtico pulmón verde donde abundan en cuanto a la flora se refiere los bosques de pinos, robles, encinas y avellanos. Por su parte, aquellos amantes de la ornitología y avistamiento de aves rapaces disfrutarán de especies protegidas como el águila real, el buitre leonado o el halcón peregrino.
Cómo llegar al Nacimiento.
Riopar, el pueblo más cercano al nacimiento del Río Mundo dista 9 kilómetros, mientras que Madrid está a unos 305 kilómetros y Albacete, la capital provincial a 97 km.
Para acceder al paraje en vehículo particular hay que estacionar en un aparcamiento con una capacidad para 110 vehículos y 6 autobuses. El precio por estacionar es de 4€ en fines de semana y temporada alta, impuesto que sirve para el mantenimiento del paraje y evita la masificación.
Para el mantenimiento del paraje e instalaciones existe una tasa de 4 € por vehículo estacionado en el aparcamiento de la entrada.
Aconsejamos llegar prontito en temporada alta que es cuando más bonito está si no quieres pasar un buen rato esperando dentro del coche hasta que se libere una plaza de aparcamiento.
Desde el parking nace un sendero de fácil recorrido de unos 2 kilómetros de ida y vuelta con un desnivel de unos 320 metros aproximadamente.
Este sendero pasa por un frondoso bosque de altos pinos y encinas de gran belleza bordeando el margen izquierdo del río mundo. Existe una alternativa para personas con movilidad reducida a través de una subida pavimentada.
A lo largo de la subida iremos dejando diferentes calderetas, una especie de pequeñas calas o pozas bajo la cascada de agua cristalina.
Existen dos miradores a los que se accede a través de unas pasarelas con barandillas de madera y escaleras de piedra talladas en la roca. Desde el mirador superior se divisan unas vistas espectaculares del entorno natural.
Singularidad del paraje. El Reventón.
El paraje nos recibe con un curioso cartel con la leyenda: “Aquí nace el Mundo”, lo que ya nos da una idea de la singularidad del espacio natural.
La caída del agua se origina desde una cueva caliza de origen kárstico formada por efecto del agua de las lluvias. Este efecto fue formando un orificio en la roca por donde se filtra el agua desde arriba creando un efecto embudo a casi 100 metros de altura.
Unos de los efectos más espectaculares y esperados es del conocido como el “Reventón”, el momento en el que más agua cae de la cascada ocasionando una sonoridad que es apreciada desde varios kilómetros de distancia por la fuerza del torrente.
Tras la temporada de máximas precipitaciones sucede lo que se conoce como Reventón, con el mayor caudal, fuerza y sonoridad del agua que emerge de la cascada.
El caudal y la presión del agua de la cascada varia según la época del año, por lo que la mejor fecha para presenciar este fenómeno natural es en la época más lluviosa, otoño o primavera, o después del deshielo. Nosotros fuimos en noviembre pero no había llovido mucho los días previos.
Aldea de Riópar Viejo.
Como hemos comentado anteriormente, la población más cercana es Riópar (9 km.), un lugar donde podremos comprar el siempre apetecible pan casero de horno de leña o un buen queso manchego o jamón en alguna de sus carnicerías. Hay bastante oferta de alojamiento y restauración donde poder probar un buen asado de cordero segureño.
También existe un animado mercadillo en las calles donde poder comprar frutas y verduras directamente del agricultor a buen precio.
Una de sus pedanías más bonitas es Riópar Viejo, a unos 3 km. de Riópar pueblo. Para llegar tomamos la CM-412 y luego la CM-3204 para llegar en unos 30 minutos desde el nacimiento del Río Mundo.
La aldea está prácticamente deshabitada, sólo tiene 5 habitantes censados, pero si que cuenta con casitas reconstruidas en piedra al modo tradicional para no romper la estética del lugar. Estas construcciones están dedicadas a casas rurales y alguna posada con restaurante.
Se encuentra en lo alto de una montaña con lo que las vistas son inmejorables. El edificio de más relevancia es la Iglesia de los Dolores del siglo XV. Pero también cuenta con las ruinas de una antigua fortaleza militar de estilo mudéjar.
Entre las murallas del castillo se asienta el cementerio del pueblo con tumbas sobre la hierba. Resulta curiosa también una antigua fuente de piedra con un arco.
También en la parte alta hay una especie de cueva o túnel con una cruz de la Orden de Santiago pintada. Desde aquí se ve una vista muy bonita de la verde montaña colindante.
Río Mundo es un lugar magnífico para una escapada de puente o fin de semana para toda la familia o con tu mascota como hacemos nosotros.