Qué ver en Ocaña (Toledo) en un día.

Qué ver en Ocaña

Ocaña no es sólo una de las localidades más pobladas de la provincia de Toledo, sino que además posee uno de los mejores conjuntos monumentales, entre los que destaca su Plaza Mayor.

Es un lugar ideal para visitar tanto si vas a Madrid, de la que dista apenas 60 km. como a la capital toledana, una de las ciudades imprescindibles de España. También está muy cerquita de Aranjuez, con lo que se convierte en un complemento a tu visita.

Cómo llegar a Ocaña.

Si viajas desde Madrid en coche particular llegarás a Ocaña en unos 45 minutos por la autovía A4.

También puedes hacerlo en transporte público (tren o autobuses) con una duración de 1 hora aproximadamente.

Hay una ruta de tren regional entre la capital de España y Valencia que para en la villa de Ocaña.

Qué hacer en Ocaña.

No hay un recorrido inicial ideal para comenzar a visitar la ciudad, de hecho nosotros nos alojamos a la entrada de la misma en un pequeño hostal. Pero si lo que necesitas es recoger algo de información turística y un callejero, lo mejor es que te dirijas a la Oficina de Turismo en los bajos de la monumental Plaza Mayor. Aquí puedes apuntarte a las visitas guiadas gratuitas que organizan los sábados y domingos a las 12:00 horas.

Busto de Isabel La Católica.

Monumentos civiles.

Plaza Mayor.

La Plaza Mayor de Ocaña es la tercera más grande de España, solo superada por la Plaza Mayor de Madrid y la Plaza Mayor de Salamanca; por lo tanto resulta enorme para una población de poco más de 10.000 almas.

Nosotros la visitamos un lunes, Día de Mercadillo, es por ello que no pudimos disfrutar de su monumentalidad como nos hubiera gustado. Eso si, es un lugar con mucha vida, lleno de locales para desayunar o picar algo a cualquier hora del día. De hecho siempre ha sido el epicentro de la vida social y cultural de la villa, habiéndose celebrado antaño corridas de toros y representaciones teatrales.

Desde 1981 puede presumir de estar distinguida como Monumento Histórico Artístico Nacional.

Su construcción comenzó en 1782 por orden de Carlos III, aunque las obras no finalizarían hasta 1791, con un nuevo gobernante, Carlos IV.

La plaza es de planta casi cuadrada, mide 55 por 52,5 metros y tiene 18 arcos en los lados más largos por 17 en los más cortos.

En la misma plaza (fachada oeste) se ubica , la Casa Consistorial o Ayuntamiento de Ocaña. Dispone de un único balcón corrido de la plaza, sobre el que podemos ver el escudo de la villa flanqueado por dos leones.

Dentro del mismo conjunto hay una torre reloj-campanario, cuya campana se trajo de la derribada Iglesia de San Pedro.

Plaza Mayor

Palacio de los Cárdenas.

El Palacio de los Cárdenas, hoy sede de los Juzgados, está declarado como Bien de Interés Cultural desde 1931.

Este palacete fue construido a principios del siglo XVI, como residencia de Don Diego Gutierre de Cárdenas, noble natural de Ocaña que fue asesor personal de los Reyes Católicos y Comendador Mayor en León de la Orden de Santiago.

El recinto ha pasado en manos de varios propietarios desde los duques de Maqueda, pasando en herencia a los Señores de Colmenar, para terminar en manos de los duques de Frías.

Fachada del Palacio de los Cárdenas.

Fíjate en su hermosa portada decorada con una gran S tumbada proveniente del escudo familiar. Según cuenta la historia, esta S viene del momento en el que Gutierre de Cárdenas presenta a Isabel la Católica a su futuro marido, Fernando de Aragón, diciéndole “es ese”.

A pesar de ser sede de los juzgados se puede acceder a su interior si pedimos permiso al guardia jurado que la custodia. La decoración es mudéjar, destacando el artesonado que decora puertas y ventanas.

Claustro del Palacio de los Cárdenas.

También es de destacar la monumental escalera de dos tramos que conduce hasta la planta superior, la balaustrada está hecha de una sola pieza de piedra pizarra labrada con detalles góticos.

Acceso a estancias superiores del Palacio.

Teatro Lope de Vega.

Te preguntarás, ¿este edificio es un teatro?, y es que su exterior se asemeja más a un templo religioso ya que en sus orígenes fue utilizado como Colegio de la Compañía de Jesús, posteriormente fue utilizado aprovechado como Cuartel de Caballerías y Escuela Pública. En su fachada podemos observar el escudo heráldico de Carlos III que pasó a sustituir los símbolos jesuitas.

La Sociedad Benéfico Dramática de Ocaña adquirió esta edificación en 1832 para alojar el Teatro Lope de Vega.

Teatro Lope de Vega.

Rollo de Justicia.

Esta picota es una de las pocas que quedan en buen estado en pie en España, ya que tras las Cortes de Cádiz en 1812 se decidió derruirlas. Originalmente se ubicaba en la Plaza Mayor, en la que estuvo hasta 1565.

Se trata de una especie de pedestal sobre el que se alza un pilar de piedra caliza de estilo gótico, formado por ocho columnas. Cuenta además, con una decoración de perlas a media altura y en los capiteles. En la parte superior se ubica un templete hueco formado por ocho pequeñas columnas. Corona el conjunto una cruz de hierro mucho más moderna que el resto del monumento.

Rollo de Justicia.

El poseer un rollo de justicia era distintivo en la Edad Media de ser una villa jurídicamente importante, dando pleno derecho a los administradores para juzgar y condenar a muerte. Se ubicaban en la plaza mayor para dar más visibilidad a los ajusticiamientos.

Es por eso que en estos mismos monumentos, ubicados casi siempre en la plaza más importante de la villa, era donde se llevaban a cabo los ajusticiamientos.

Fuente Grande.

La Fuente Grande constituye todo un monumento al agua en estilo renacentista, declarado Monumento Nacional en 1976.

Su construcción fue autorizada por el Rey Felipe II resultando para la época el proyecto de ingeniería hidráulica de conducción y capatación de agua más destacable. De su diseño se encargó Juan de Herrera, autor de obras tan emblemáticas como el Monasterio de El Escorial o el Palacio Real de Aranjuez, por lo que está considerada de estilo herreriano.

Está compuesta por veinte columnas toscanas con arcos adintelados entre medias. Originalmente el agua brotaba por dos caños para caer en un gran pilón de piedra, a finales del siglo XIX se sustituyeron los caños por diez vías de agua.

Mirador sobre La Fuente Grande.

La zona de lavaderos está separada de la fuente mediante un muro fortificado. Se trata de un gran patio enlosado por el que se extienden paralelos dos largos pilones de piedra.

Estos lavaderos, en su época de mayor esplendor, llegaron a albergar a más de trescientas mujeres lavando a la vez.

Puedes observar toda su extensión desde el mirador y apreciar el lavandero que fue construido a las afueras de la misma.

El monumento al agua está cerrado al público general, sin embargo, la oficina de Turismo de Ocaña suele organizar visitas guiadas.

Monumentos religiosos: iglesias y conventos.

Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción.

La Iglesia de Santa María fue construida sobre las ruinas de una antigua mezquita islámica del siglo VII. El templo ha sido reconstruido varias veces, razón por la cual en su arquitectura se pueden apreciar elementos de estilo mudéjar, pero también góticos y neoclásicos.

Iglesia de Santa María de La Asunción.

En la misma Plaza Cristo Rey se alza el Monumento al Sagrado Corazón de Jesús, escultura altísima realizada por Don Marino Borrega Amaña. En su elaboración fueron empleados materiales como la piedra blanca de monterrey, para la estatua y piedras provenientes de los restos de la iglesia de San Martín, para el pedestal. Fue bendecida en el año 1958.

Monumento al Sagrado Corazón Jesús.

Iglesia Parroquial de San Juan Bautista.

Por su parte, la Iglesia de San Juan Bautista fue construida durante el siglo XIII sobre la que fuera la antigua sinagoga judía. Está considerada una de las más antiguas muestras de estilo mudéjar de toda la provincia de Toledo.

Iglesia de San Juan Bautista.

Torre de la Iglesia de San Martín.

Este templo fue destruido en el siglo XIX, y sólo se conserva la torre campanario en estilo herreriano y la portada plateresca, ambas declaradas Monumento Nacional.

La torre de planta cuadrada realizada en piedra caliza, estuvo rematada anntiguamente por un chapitel de pizarra. Albergaba importantes capillas de familias como la de los Cárdenas o la de los Mesía de Figueroa.

Restos de la antigua Iglesia de San Martín.

Convento de Santo Domingo.

Construido durante el siglo XVI es de estilo renacentista y está declarado BIC. En el interior del Convento de Santo Domingo podrás contemplar tanto su claustro como el coro con sillería de madera.

Convento de Santo Domingo.

Acoge además el Museo Porticum Salutis, donde destaca el «Belén de Luces«, nacimiento permanente, dotado de la más moderna tecnología.

Convento de San José.

El Convento de San José data del siglo XVI y está declarado Bien de Interés Cultural. Pertenece a la Orden de las Carmelitas Descalzas. Conserva el sepulcro de Alonso de Ercilla y Zúñiga, caballero de la Orden de Santiago y autor del poema La Araucana.

Convento de Santa Clara.

El Convento de religiosas Clarisas, de la Orden de San Francisco, fue fundado en 1515 por doña Catalina Román. Se trata del convento más antiguo de Ocaña.

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Diplomado en Turismo por la Universidad de Alicante y Licenciado en Antropología Social y Cultural por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Le apasionan los idiomas, habiendo estudiado en la Escuela Oficial de Idiomas de Elche, Inglés, Francés e Italia. Además es Guía Oficial de Turismo por la Comunidad Valenciana.

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