Los alicantinos tomamos la A-31 para ir a La Mancha o a Madrid en nuestros coches particulares, por lo tanto son decenas de veces las que desde el retrovisor he visto la silueta de un esbelto castillo y unas casas que se asoman a la muralla desde un cerro.
“¡Mira ese es el Castillo de Chinchilla, un día tenemos que visitarlo!”, dije decenas de veces, hasta que llegó ese día y el conjunto en sí nos causó una grata sorpresa.
A escasos 13 km. de Albacete capital, y con más de 4000 habitantes, Chinchilla de Montearagón está declarada Conjunto Histórico Artístico. Es de admirar el estado de conservación de su trazado medieval y su casco histórico en el que abundan las casonas de piedra con blasones, testimonio de la importancia que esta villa tuvo en tiempos no muy lejanos. No hay que olvidar que fue la capital de la provincia de Chinchilla entre 1822 y 1823, sobre la que se crearía en 1833 la provincia de Albacete.
♦ Un legado arquitectónico que sorprende.
De entre su variada oferta monumental destacamos su histórico castillo ubicado en el cerro de San Blas, y como hemos comentado antes, visible desde la autovía.
La estratégica ubicación de esta histórica fortaleza, la convirtió en bastión de los diferentes pueblos que por aquí pasaron, iberas, romanos y árabes. Pero la construcción que hoy se mantiene firme tras numerosas reformas, en un excelente estado, es del siglo XV.
Las dimensiones del conjunto arquitectónico son bastante amplias con una anchura de diez metros y una profundidad de seis. Está rodeado de muros de mampostería, con estrechas saeteras, y torres cilíndricas en las esquinas.
Como curiosidad comentar que el hijo del famoso papa Alejandro Borgia, César, fue encarcelado en este castillo, en el aposento más alto de la que fuera Torre del Homenaje, acusado de la muerte del Duque de Gandía.
De entre sus iglesias, cabe destacar Santa María del Salvador por su mezcla de estilos, su origen se remonta a los primeros años del siglo XIV. Tras su hermosísima portada gótica se accede a un espacio barroco y, avanzando por él, a una bellísima cabecera renacentista. En la actualidad este templo es santuario de la Santísima Virgen de Las Nieves, Patrona de Chinchilla.
También es muy interesante el Convento de Santo Domingo (2ª mitad del s. XIII) fundado por los Dominicos con su claustro de estilo gótico-múdejar .
De entre los monumentos civiles sobresale la Casa Consistorial ubicada en la Plaza Mayor. Su fachada barroca (s.XVIII) se divide en dos cuerpos. Nos resultó muy curiosa la estructura piramidal con la que es rematada la fachada en cuyo centro se encuentra un escudo real con la efigie de Carlos III.
Junto al Ayuntamiento se alza la que fuera la antigua cárcel de Chinchilla edificada durante los siglos XVI y XVII.
Junto a las laderas del castillo, existe un barrio donde abundan las casas-cueva. No sabemos el origen exacto de este tipo de vivienda en Chinchilla, pero probablemente se empezaran a excavar durante los primeros siglos de dominación árabe sobre la Península. Ya a partir del siglo XVI con la expulsión del centro de la villa de la población judía y musulmana comenzaron a construirse más casas cueva formando el barrio que hoy conocemos.
Algunas de ellas han sido convertidas en alojamiento turístico rural. La temperatura en el interior de las mismas es constante durante todo el año (entre los 20 grados del invierno y los 18 del verano). Son muy curiosas sus chimeneas en forma de cono y en color blanco.
♦ Platos manchegos para chuparse los dedos.
Como en toda población manchega no podían faltar los productos derivados de la matanza, como los chorizos, la morcilla o el lomo de orza. las raciones son muy generosas y siempre vienen acompañadas con productos de la tierra.
Otros platos más elaborados y de gran tradición son el atascaburras, el ajo mataero, ajiaceite o las migas manchegas.
En definitiva, si buscas un pueblo cerca de casa para pasar un fin de semana de relax y comer bien, no dejes de visitar Chinchilla de Montearagón.
¡Genial reportaje!
Muchas gracias!! Estos comentarios nos dan ánimos!