Esta entrada está dedicada a algunas de esas edificaciones singulares que hallamos en algunos de los huertos del palmeral histórico de Elche.
Muchas de ellas, son testimonio de un pasado mejor, donde el gusto por lo estético era respetado a la hora de construir en el casco antiguo. Algunas de estas casas han sido reformadas, de una forma no muy acertada, otras son propiedad privada. Sirva esta humilde publicación para rendirles homenaje.
Casa del Hort del Murciano o de López Mezquita
Esta casa debe su nombre a su antiguo propietario José María López Mezquita, uno de los grandes de la pintura española de la primera mitad del siglo XX, Medalla de Oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes por su lienzo La cuerda de presos y continuador de la serie de cuadros “costumbristas” de la Hispanic Society bajo la influencia de Sorolla.
Mezquita mandó construir en Elche un estudio para pintar en invierno en 1930 y para ello se sirvió de la ayuda de D. Pedro Ibarra. La casa, diseñada en su estado actual por el arquitecto Antonio Serrano Peral (él añadió la cúpula) otorga un especial cuidado al ambiente exótico que transmite al estar enclavada en medio de un huerto de palmeras a la vez que devuelve al paisaje lo que extrae con una cúpula semiesférica, paredes de un blanco rutilante y una peculiar porchada que también evidencia un adecuado tratamiento de la luz solar.
La casa del huerto popularmente denominado de la Mezquita, quizá como referencia a su promotor más que a los rasgos arabizantes de la construcción, data de los años 20, uno de los momentos más interesantes de la arquitectura de los huertos de palmeras de Elche.
Dos corrientes aparentemente contrapuestas se dan cita en estas arquitecturas: de una parte la corriente racionalista de volúmenes puros, superficies tersas y blancas y volúmenes compactos y elementales; de otra parte los restos de una visión romántica que veía en Elche, con sus palmeras, su arquitectura tradicional cúbica y su paisaje reseco, resonancias del Oriente, de Palestina o de Arabia que se reflejaban en una arquitectura con cúpulas, arquerías, porches y cubiertas planas.
Desde 1952 tras su venta el edificio es la sede de Cruz Roja en la Avda. de Candalix y se encuentra en un estado deplorable, aunque está pendiente de rehabilitación para ponerla en valor.
Casa del Hort dels Pollos
Esta casa se sitúa en la Plaza de Benidorm en Huerto de los Pollos. Supone un ejemplo de la particular arquitectura ruralista y neo-popular con influencias racionalistas del arquitecto Serrano Peral.
Tiene dos pisos, planta rectangular, volúmenes prismáticos, terrazas accesibles y fachadas planas donde se ordenan limpiamente los huecos apaisados.
En planta baja se sitúa la zona de día, con las piezas ordenadas formando un cuadrado alrededor de un patio central, mientras que en el piso superior, la zona de noche forma una L orientada al sureste; en los otros dos lados hay una terraza y una falsa fachada con arcos de medio punto.
Al exterior, en la fachada principal, se mantiene la típica porchada de las casas tradicionales convertida en terraza en la planta superior.
Casa del Hort dels Pollos
Junto a la simplicidad de los volúmenes generales, destaca la geometría de la torreta de la escalera que accede a la cubierta, la cual, sobredimensionada en planta, sobresale a gran altura y se remata con una cúpula semiesférica (sello del arquitecto como la que hay en la casa del Hort de Mezquita) pasando graciosamente de la planta cuadrada a la circular mediante un octógono y un perfil achaflanado.
Actualmente es un edificio privado que alberga oficinas. Es una verdadera lástima no disponer de este edificio con un uso cultural, como biblioteca o centro social para los vecinos del centro.
Casa Huerto del Cura
Hasta hace unos años solo podía visitarse la planta baja que albergaba una tienda de recuerdos y fotografía. Ahora ni eso.
Se trata de una más de las viviendas que normalmente utilizaban los hortelanos de la época, con un porche cubierto de palmas que se sostenía con columnas hechas con troncos de palmera. Al amparo de su sombra se realizaban los trabajos diarios.
El Capellán Castaño construye adosada al ala norte la actual capilla. En el año 1919 Juan Orts Miralles amplía la vivienda y le añade una planta, suprime el porche y transforma el corral en cochera.
Casa del Huerto de San Plácido
Actualmente rodeado de edificios, en origen el Huerto de San Plácido se emplazaba en el centro de los huertos de palmeras de mediodía de la población, con el huerto de “les Pataes” al norte (que, a principios del siglo XX, se convertiría en el barrio del mismo nombre), el huerto de Ripoll, al este, y, un poco más allá el huerto de la “Porta de la Morera”. Por el oeste: el huerto del Cura, el de Quito Escorina, el “Que no té portes” o el del Sol…
Antes de su transformación en museo, el edificio, compuesto por dos cuerpos unidos mediante un corredor o puente cubierto de madera, albergaba una vivienda en cada planta en el ala de poniente y un almacén en la de levante.
La tipología no es habitual de los huertos de palmeras. De este modo, tanto el corredor como los barrotes torneados de las barandas, únicos en Elche, remiten a una arquitectura más típica de zonas montañosas y constituyen motivos que se pueden relacionar tanto con la arquitectura popular (de los maestros de obra) como con el eclecticismo arquitectónico del siglo XIX (recuperación y reelaboración de modelos arquitectónicos del pasado, de otras latitudes o de civilizaciones “exóticas”).
No se tienen datos sobre su cronología, pero podría ser de mediados del XIX. Su edificación podría estar vinculada con la burguesía ilicitana, cuando comienza la nueva costumbre del veraneo, en Santa Pola o en los huertos en torno a la ciudad. Sobre la edificación preexistente solía edificarse la residencia estival, mientras que la planta baja seguía siendo la vivienda de los caseros. La jardinería o piezas como el mirador, acentuaban el carácter de recreo de la vivienda.
El Museo del Palmeral se encuentra ubicado en el Huerto de San Plácido. Antes de su transformación en museo, el edificio, albergaba una vivienda en cada planta y un almacén.
Los trabajos en el huerto eran muchos, todos ellos eran realizados por el hortelano. Se ocupaba de las labores necesarias para sacar adelante el plantío de las parcelas, la explotación agrícola de la palmera, así como de una serie de operaciones habituales de abonado y riego. También realizaba en la parte superior de la planta otras tareas a lo largo del año: la escarmonda, el entaconado, el atado, la recolección y el encaperuzado eran algunos de ellos.
Casa de l´Hort de les Portes Encarnaes
Esta vivienda tiene su importancia cultural para la ciudad de Elche, ya que en ella descansa la virgen de La Asunción, patrona de Elche, tras su llegada en romería cada 28 de diciembre.
La casa se encuentra en la parte noreste del huerto del mismo nombre. Tiene un pequeño jardín en la parte derecha con un gran árbol que le da sombra.
Es una casa de huerto de dos alturas de forma cúbica, compuesta por un prisma central al que se le va añadiendo cuerpos. Es una propiedad privada, pero actualmente se encuentra en un estado de semiabandono. Sería interesante darle un valor cultural o turístico relacionado con el Misteri o como museo de las fiestas de La Venida.
Casa de l´Hort del Gat
El Hort del Gat fue cedido al pueblo de Elche por su propietario, Antonio Pascual Ferrández (1903-1986), hijo predilecto de la ciudad. Fue un viajero incansable y fue en Hamburgo donde decidió construir en Elche un edificio exclusivamente dedicado a la difusión de aquellas ramas del conocimiento que le apasionaban; la filosofía, la literatura, la psiquiatría,…. De este modo creó el Instituto de Cultura Objetiva que pasaría a manos del pueblo de Elche a través del Ayutamiento para poder continuar con la finalidad que le daba sentido.
Cabe destacar que para él, esta finalidad, el estudio y la divulgación de aquellas materias se encarnaban en figuras como Santa Teresa o Joan Lluís Vives, a los que dedicó dos estatuas en el huerto.
La casa actual data de los años 60 siendo construida por el arquitecto Antonio Serrano Peral, ideada a partir de una concepción popular de la arquitectura con raíces arabizantes como las casas de l´hort dels pollos o de Mezquita.
La casa ha servido para alojar determinados servicios municipales, como las Escuela Taller, tareas de jardinería y viverismo a través de la Asociación Tamarit e incluso un parque de mariposas promovido por Tafae.
Desde 1992 al 2012, fue sede de la prestigiosa Estació Phoenix, un centro de I+D, específico sobre la palmera datilera y los sistemas de producción en zonas áridas, impulsando proyectos tan innovadores como el cultivo de palmeras in-vitro.
Desafortunadamente el huerto se encuentra hoy en día abandonado y cada vez más deteriorado.
En la actualidad tanto el huerto como la casa están siendo objeto de una amplia rehabilitación para albergar la Casa del Fester, sede de todos los organismos y entidades festeras de la ciudad.
Bajo mi punto de vista no es el uso más adecuado para ponerla en valor, pero para estar cerrada a cal y canto desde hace hace 10 años y sufriendo actos vandálicos mejor esto que nada,…
Casa del Hort dels Pontos.
La última casa puesta en valor con muy buen gusto ha sido la casa centenaria del Hort dels Pontos, huerto enclavado dentro de la Ruta y Sendero del Palmeral PR-CV 439.
Esta construcción del año 1900, representa un ejemplar de la típica vivienda rural de Elche. Se trata de una casa de campo unifamiliar con raíces en las antiguas alquerías árabes,
En cuanto su distribución sigue el patrón clásico de las viviendas rurales de Elche, con una estructura rectangular y un patio central que divide la zona frontal, destinada a la residencia, de la parte trasera, diseñada para albergar establos y almacenes, entre otros. La fachada principal está cubierta por una notable porchada.
Para su acertada rehabilitación se han utilizad materiales autóctonos, como la piedra caliza, la arenisca, el adobe, el yeso, el barro, y las vigas de madera de olivo, palmera y cañizo.
El interior de la casa se ha musealizado con fondos del Centro de Cultura Tradicional de Pusol. La planta baja alberga cuatro estancias que recrean con mobiliario de la época, un dormitorio, un despacho, una sala de estar o comedor y una cocina hogar. Desde allí se accede a un pequeño patio que comunica con el exterior. En esta misma planta se encuentra la cuadra en la que destaca el carro, las carretillas y demás enseres propios del trabajo en el huerto.
La parte trasera conserva una balsa usada para blanquear las palmas que saldrán en procesión el Domingo de Ramos.
Unas casa muy bien decoradas y con un encanto increíble. Si te planteas reformar o redecorar tu hogar, inspirarte en lugares como estos es una gran idea. Muchas de las creatividades que se nos ocurren proceden del exterior, de ver casa de amigos y viajes como estos.