Todo visitante que acude a las cálidas playas de la Costa de Valencia o su vecina Costa del Azahar en la provincia de Castellón, comete un pecado capital si no se deja caer al menos por una jornada en la histórica ciudad de Sagunto. Y es que la Comunitat Valenciana, no es sólo turismo de sol y playa, es tierra donde las grandes civilizaciones dejaron su impronta en forma de vestigios o verdaderos monumentos de los que como valencianos tenemos que sentirnos ufanos.
Sagunto, capital del Camp del Morvedre.
Sagunto es un dinámico municipio costero al norte de la provincia de Valencia. El término municipal cuenta con una población censada de unos 66.000 habitantes, que se multiplican en temporada alta. Los saguntinos se reparten principalmente en dos núcleos de población. Por un lado, tenemos el casco histórico, donde residen unas 25.000 almas. Se trata de la antigua ciudad con más de dos milenios de historia, situada a las faldas del castillo y el teatro romano.
Cinco kilómetros separan los dos principales núcleos de población: el casco antiguo (valencianoparlante) y el Puerto de Sagunto nacido con la industria siderúrgica.
Por otro lado, junto a la costa, se levanta el Puerto de Sagunto, con una población estable de unas 40.000 personas que vinieron a trabajar en las primeras décadas del pasado siglo en la industria siderúrgica.
En época romana la ciudad era conocida con el nombre de Saguntum, de donde ha derivado el topónimo actual, aunque con la toma de los árabes en el año 713, pasó a denominarse Morbyter, de ahí el nombre de la comarca «Morvedre» que deriva de muris veteres o «muros viejos». En 1239 sería conquistada por el monarca Jaume I «El Conqueridor», rey de la Corona de Aragón.
Qué ver en Sagunto en 1 día.
Con este artículo tratamos de abrir boca con la amplia oferta cultural con la que cuenta el municipio de Sagunto. Un día sería suficiente para visitar los dos monumentos más importantes y callejear por las empedradas calles del casco antiguo, amen de comer un buen plato de arroz en una terraza de la parte vieja o en la costa. Pero hay mucho más que hacer, una ruta por sus espacios naturales, visitar museos, darte un chapuzón en sus playas, irte de compras,…
Comenzaremos la visita con los grandes monumentos de la ciudad:el teatro y el castillo. Es una forma de evitar las horas de más calor,si lo hacemos en verano, como fue nuestro caso,y de abrir el apetito.
El primer monumento que visitamos fue el teatro romano de Sagunto. Este edificio histórico puede presumir de haber sido declarado el primer Monumento Nacional de España en 1896. Fue construido en el año 50 d.C sobre la concavidad de la montaña en forma de hemiciclo llegando a tener una capacidad para albergar a 10.000 espectadores. Esta ubicación le confiere unas condiciones acústicas excepcionales para la celebración de eventos teatrales y musicales.
La conformación del anfiteatro corresponde a la clásica con 90 metros de diámetro divididos en tres espacios, scaenae, cavea y orchestra de 7 metros con tres gradas de poedria.
En los años 90 del pasado siglo fue sometido a una rehabilitación, no exenta de polémica, por la transformación de las gradas desvirtuando un poco su origen clásico. No obstante, esta rehabilitación era necesaria para ponerlo en valor como monumento y abrirlo a las visitas turísticas, ya que se encontraba en un mal estado, pues muchas de las piedras del graderio fueron saqueadas y utilizadas para la reconstrucción del castillo, un poco más arriba, y algunas casas particulares del pueblo.
El anfiteatro con una capacidad de 8000 espectadores es un espacio cultural ideal para ver las cálidas noches de verano.
Actualmente la capacidad que tiene es de unos 8.000 espectadores y en el se celebra el Festival de verano de Sagunto a escena.
El siguiente monumento a visitar es el Castillo de Sagunto. Esta fortaleza es un conjunto arquitectónico resultado de la mezcla de las influencias de las diferentes culturas que por estas moradas habitaron a lo largo de sus dos milenios de historia (íberos, romanos, godos, árabes,…).
Aconsejamos ir provistos de agua y un calzado adecuado para acceder al castillo, donde el desnivel es algo pronunciado. Merece la pena la visita y divisar las vistas de la ciudad desde allí.
Declarado Monumento Nacional en 1931, se sitúa en lo alto de la Sierra Calderona y está rodeado de murallas de esas diferentes épocas. El interior de la fortaleza se puede dividir en 7 plazas o recintos independientes, donde podremos apreciar edificios religiosos y públicos, como, la Plaza de Almenara, la Plaza del Dos de Mayo, la Plaza de los Estudiantes, la Plaza de Armas (con restos del foro romano), la Plaza de la Conejera (restos árabes), la Plaza de la Ciutadela y la Plaza de San Fernando, donde podemos visitar una exposición de epigrafía latina, ibérica y hebraica.
Una vez visitado el castillo nos dirigimos de nuevo al casco viejo de la ciudad, un lugar muy plácido de callejuelas estrechas y empedradas que esconde edificios interesantes y viejas casas señoriales con escudos nobiliarios.
Uno de los templos más interesantes es la Iglesia de Santa María, junto a la Plaza Mayor. Sus cimientos cuya primera piedra fue colocada en 1334 se alzan sobre una antigua mezquita y está construida enestilo gótico valenciano. En la parte del tejado hay unas esculturas de gárgolas y demonios.
Adosado a esta iglesia podemos observar las ruinas del Templo de Diana (s.V-IV a.C), lugar que afortunadamente fue salvado de la destrucción durante el asedio protagonizado por Aníbal, por estar consagrado a la diosa Diana. Se trata de un muro de 15 metros de longitud y 4 metros de altura, formado por grandes megalitos de caliza.
Otro templo interesante es la Iglesia del Salvador situada en el arrabal del mismo nombre mandada construir por orden de Jaime I en el siglo XIII. Es un buen ejemplo de estilo gótico valenciano primitivo pero de fachada románica con arco de medio punto.
Del siglo XVII, construida tras la expulsión de los judíos encontramos la Ermita de la Purísima Sangre.
Una de las partes más antiguas y mejor conservadas por el trazado de sus calles es lo que fuera la Judería. Este histórico barrio estaría en torno a la calle dels Antigons. Llegó a tener una importante Sinagoga en la calle Vieja de la Sangre. En esta zona se emplazaba la Casa del Rabino y las antiguas carnicerías.
La puerta de la judería, portal con arco de medio punto, se llama actualmente Portalet de la Sanch. Bajo nuestro punto de vista, la judería saguntina bien merece ser incluida dentro de la Red de Juderías de España, Caminos de Sefarad, de la que forman parte varios pueblos y ciudades del país.
Después de comer un buen arroz nos dirigimos hacia el Puerto de Sagunto, a 5 km. del casco antiguo. Nuestro objetivo era conocer el patrimonio industrial de la ciudad, en este caso una de las últimas ciudades-factoría de España, a través de una visita guiada al Horno Alto nº 2, construcción que ha quedado como símbolo industrial del Puerto, único superviviente de los tres que funcionaron en pleno auge de la siderurgia.
De esta arqueología industrial también se conservan grupos de viviendas como la Ciudad-Jardín de la Gerencia, donde se alojaban los ingenieros vascos, o el Barrio Obrero, donde se alojaba la comunidad obrera.
El alto horno es una estructura de 64 metros de alto levantada en 1922. En su interior se gestó, a una temperatura de mil grados centígrados, el acero y el hierro que se utilizó en grandes proyectos constructivos del siglo XX, como la finca de hierro de Valencia o el edificio Windsor de Madrid.
Esta potente industria siderúrgica comenzó a principios del siglo XX, dando lugar al origen del núcleo urbano del Puerto de Sagunto. Pero en la década de los 80 del pasado siglo, se cerró el último alto horno, debido a la reconversión industrial y la crisis económica.
En el siguiente enlace encontrarás información sobre la visita guiada al Horno Alto nº2. Está orientada al público en general con una duración de 90 minutos.