La primera escapada de este nuevo año 2020 la hemos hecho a las ciudades imperiales de Fez y Meknés en Marruecos. Una escapada de cuatro noches que nos ha transportado en el tiempo a otra época, donde la gente vivía el día a día en las calles, desde las tertulias con el vecino, pasando por las compras de artículos de primera necesidad o los juegos tradicionales de los niños. Todo se hace en la calle, algo que hasta hace unas cuantas décadas en cualquier ciudad española o mediterránea era posible ver.
Hoy en día, incluso en los pequeños pueblos de nuestra geografía, apenas se ven niños jugando en las plazoletas, y el punto recreativo de las familias se ha trasladado al centro comercial cerrado, tal y como ocurre en cualquier punto del norte de Europa o de los Estados Unidos.
En definitiva, el poder apreciar el trabajo de tantos artesanos de diferentes gremios, a plena luz del día y de cara al viandante, es uno de los recuerdos que nos llevamos de estas dos bonitas ciudades.
El primero de los artículos lo vamos a dedicar a una estancia de 2 días en la ciudad imperial de Fez.
1.- Situación de Fez.
Fez (en árabe, فاس y en francés, Fès, es la tercera ciudad de Marruecos con una población de más de dos millones de habitantes. Es una de las cuatro ciudades imperiales junto a Marrakech, Meknés y Rabat. Dentro del país se la considera como el centro religioso y cultural. Además es una ciudad universitaria que cuenta con un gran número de estudiantes.
La ciudad está dividida en tres zonas diferentes, Fès el-Bali, la zona antigua, dentro de las murallas, Fès el-Jdid, la zona nueva, donde se encuentra la Mellah, el barrio judío, y la Ville Nouvelle (Ciudad Nueva), la zona más amplia, creada durante la colonia francesa, en el sur de la ciudad, a imagen y semejanza de las ciudades europeas. En este artículo nos quedamos con las dos primeras zonas, que fueron las que visitamos y las de mayor interés turístico.
La medina de Fez el-Bali, constituye la mayor zona peatonal del mundo, la medina más grande de Marruecos, y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981. En su interior existen más de 9000 callejuelas y residen más de 40.000 personas en sus 324 barrios donde no faltan los siguientes cuatro elementos: la mezquita, una fuente, el horno y unos baños públicos o hammam.
2.- Un poco de historia
La ciudad fue fundada por Idrís I, fundador de la dinastía de los idrisíes, en el año 789 en la margen occidental del río Fez.
Su sucesor Idrís II fijó aquí su residencia en el 810 convirtiéndola en la capital y primera ciudad islámica de Marruecos.
En el año 818 tras una revuelta en la entonces al-Ándalus recibirá a centenerares de refugiados de la zona, tanto musulmanes como judíos, lo que supondrá la creación de dos de los barrios de la histórica medina, Adwat al-Qarawiyyin y Adwat al-Andalus.
Ya en Edad Moderna, a finales del siglo XVII, Mulay Ismaíl, sultán de Marruecos, de la dinastía alauita, eligió Meknés como nueva capital e instaló en Fez al clan de los Udaia, que le habían ayudado a obtener el poder. Tras la muerte del sultán en 1727, los Udaia se rebelaron, pero finalmente fueron expulsados de la ciudad, y Fez volvió a ser la capital del reino.
La ciudad fue la capital de Marruecos durante varios periodos de la historia de Marruecos, pero perdió definitivamente esa condición tras la ocupación colonial francesa. En 1912, la mayor parte del país pasó a formar parte del Imperio colonial francés, y la capital de la nueva colonia fue Rabat, que mantuvo su estatus tras la independencia en 1956.
Durante la época bajo control francés se construyó la parte moderna de la ciudad, conocida con el nombre francés de Ville Nouvelle, al estilo urbanístico de las ciudades francesas. Es aquí donde se instalan los edificios administrativos o la Estación de Tren que une Fez con las principales ciudades del país.
3.- Cómo llegar a Fez desde España.
La forma más rápida y económica de llegar a la ciudad es en avión. El Aeropuerto Internacional de Fez-Säis se encuentra a unos 15 km. de la zona nueva o Ville Nouvelle o a 20 km. de la Medina amurallada, Fes El Bali, la parte más interesante, donde os aconsejamos que os alojéis para evitar coger muchos taxis y sentirse en el Marruecos más auténtico.
Existen vuelos directos desde Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. Nosotros volamos con Ryanair por 63 €, maletas incluidas, 2 personas, haciendo cuatro noches en el mes de enero, temporada baja sin nada de frío, y sin aglomeraciones de turistas. Volamos desde Valencia, por sólo 9,90€ por trayecto y persona, una ganga.
Para volar sin problemas ten en cuenta una serie de consejos:
- Imprime tu billete en papel, ya que en Marruecos es una de las normas. El billete electrónico no te servirá. Así que si quieres facturar el billete de regreso 48 horas antes para que te asignen un asiento aleatorio y no pagar un extra, tendrás que buscar un lugar en Fez donde te impriman el billete. Existen varios cibers en la parte antigua.
- También al regreso acude al aeropuerto con tiempo suficiente, unas dos horas y media antes del embarque, ya que tendrás que pasar varios controles de seguridad. Puedes llevarte algo para picar porque en la zona de salidas sólo hay dos cafeterías bastante caras.
4.- Cómo llegar desde el aeropuerto al centro.
- La forma más barata de llegar al centro es con el autobús urbano número 16 que cuesta unos 40 dirhams (40 céntimos de euro). Se toma nada más salir de la terminal y suele ir abarrotado de gente. Hace muchas paradas con lo que el viaje se demora a más de una hora, a lo que hay que añadir que no hay mucha frecuencia y no coincide con la llegada de vuelos.
- Otra opción es coger un Grand Taxi, vehículo de 6 plazas, aunque suben hasta 7 personas. Suelen cobrar entre 120 y 150 dirhams por persona, pero es un poco incómodo ir tanta gente.
- Nuestra opción fue alquilar un vehículo privado con Booking Rideways, muy cómodo porque vas sólo y te llevan lo más cerca posible de tu alojamiento. Nos costó sólo 24€ ida y vuelta, recogiéndonos a las 12.30 horas a la ida y a las 5.30 de la mañana al regreso.
Para desplazarte por la ciudad, por ejemplo, desde la medina a la estación de tren (si deseas hacer una excursión) o al barrio judío que está un poco más alejado, puedes coger un petit taxi, eso si existe mucha picardía, el taxista no pone el taximetro, y te cobra lo que quiera, variados entre 15 y 30 dirhams la carrera por un trayecto similar. Estos vehículos son de 4 plazas y de color rojo.
5.- Principales recursos de la medina Fez-el-Bali.
Si eres de los que te gusta dejarte guiar por un profesional, tal vez te pueda interesar reservar un Free Tour por la ciudad.
Bab Boujelaud o Puerta Azul.
La conocida como Puerta Azul, por la decoración de azulejos azules que la reviste, es la principal entrada a la medina de Fez. Fue construida en el siglo XII y restaurada en 1913 y consta de tres arcos. Tras su acceso encontramos una de las zonas más concurridas por turistas. Aquí los camareros os ofrecerán asiento en el local donde trabajan, incluso “cerveza, que se sube a la cabeza, o vino para seguir el camino” como ellos decían, cosa que no pudimos comprobar porque no existe en la carta.
Otras puertas históricas de la ciudad son BAB FTOUH, construida bajo las órdenes del hijo del emir Zenata, Dounas dobre las ruinas de otra puerta y anexa a la muralla. Fue reconstruida en el reinado de Sidi Mohamed Ben Abdellah, a mediados del siglo XVIII.
La Plaza R’Cif es una enorme plaza con otra puerta de entrada en azul, Es un lugar muy animado con cafés donde se reúnen los lugareños.
Mausoleo de Moulay Idriss.
Un lugar muy bonito pero que si no profesas la religión islámica tendrás que conformarte desde el exterior.
Este santuario fue mandado construir por Moulay Idriss, fundador de la ciudad, en el siglo IX. Se distingue desde las terrazas de la ciudad por su cúpula de color verde.
Madraza Bou Inania.
La Medersa Bou Inania (como también se les llama a estas escuelas coránicas históricas) fue inaugurada en el siglo XIV. En la actualidad continua utilizándose, no siendo visitable la mezquita cuya torre está recubierta de bonitos azulejos verdes. Posee una fuente en el centro del patio y una rica ornamentación de azulejos con bonitos motivos geométricos.
Madraza Al Attarine.
Su construcción fue ordenada por el Sultán Abu Said en 1325 y estuvo en funcionamiento hasta principios del XX. De su patio destaca una bonita fuente de mármol y una ornamentada cúpula de madera y en su paredes mosaicos con motivos florales. En la planta de arriba se pueden visitar las habitaciones en las que residían los estudiantes.
Mezquita Al Karaoine.
Es otro de los edificios que nos tendremos que conformar con una visita desde el exterior si no somos musulmanes. Es una de las universidades más antiguas del mundo (s. IX). El nombre le viene del barrio dentro de la medina donde se alza, barrio Qaraouiyine, donde vivían los refugiados de Kairaouan (antigua Túnez capital). En su interior guarda una de las más grandes bibliotecas del país. Fue mandada construir por una acaudalada mujer Fátima al-Fihri, viuda de un comerciante.
Museo Nejjarine.
Muy cerquita del Mauselo se alza uno de los más interesantes museos de la ciudad que trata sobre artes y oficios tradicionales. Se ubica en una antigua fonda para proporcionar comida y cobijo a los comerciantes de productos lujosos que viajaban hasta Fez . Fue construida en el siglo XVIII. El precio de entrada es de 20 dirham.
El barrio de los Curtidores.
Es esta una de las imágenes típicas dela ciudad que no te puedes perder. Para ello deberás acceder a la azotea de una tienda de pieles, no sin antes o después, perder tu tiempo escuchando las ofertas que el comerciante te hará. el acceso es libre y por lo tanto no es obligatorio comprar, aunque alguno te puede pedir una propina por darte una mínima explicación.
Desde estas azoteas abarrotadas de turistas, podrás observar el proceso de curtir y secar las pieles en una tanquetas redondas con diferentes colores para teñirlas. Si eres sensible al olor, ya que las pieles son tratadas con caca de paloma que posee amoníaco, puedes usar una ramita de menta y acercártela al olfato.
Plaza El Saffarine.
Muy cerca del barrio de curtidores se ubica la Plaza El Saffarine, donde podremos contemplar otro de los tradicionales oficios de Fez, el de los caldereros. Es muy característico el sonido de los artesanos golpeando la hojalata para fabricas ollas, bandejas y otros artículos.
También es curioso darse una vueltecita por el zoco de artesanos de la madera de cedro. Puedes ver como trabajan y construyen muebles y objetos tan curiosos como tronos de matrimonio o ataúdes.
Fuentes, una obra de arte.
Préparate para ver decenas de fuentes en las entradas de cada barrio de la medina junto a la mezquita. Fez fue una de las primeras ciudades ´del país que introdujo el suministro de agua. Algunas son realmente preciosas y antiguas con sus azulejos en vivos colores.
6.- Qué ver en el barrio de Fez-el-Jedid.
Dentro de los barrios históricos de la ciudad, éste es de construcción más moderna del siglo XIII, pero alberga también algunas construcciones de interés.
El barrio judío o Mellah.
El término “Mellah”, que posteriormente daría nombre al resto de las juderías marroquíes, procede de la palabra “sal” en árabe, algo que poseía un gran valor en la antigüedad y que los judíos utilizaban como moneda de cambio en sus transacciones.
En este barrio residía la población judía expulsada de otros países como España en el siglo XV. Resulta interesante la arquitectura de las viviendas con balcones al exterior enrejados diferentes a los de la medina cuyas ventanas dan a un patio interior. Actualmente son ocupadas por familias musulmanas.
El Palacio Real.
Este imponente palacio fue construido en el siglo XIII, a las afueras de la medina. Es el origen de este nuevo barrio que surgió para dar servicio al palacio. No se puede visitar su interior pero si fotografiar su bonita fachada en verde y azul combinada con el color bronce de sus puertas. El edificio mide más de 80 hectáreas y se alza sobre una plaza con una gran explanada.
Bab Dekakene y zoco.
Esta puerta era conocida como la “Puerta del Tribunal” porque aquí se juzgaba y ajusticiaba a los acusados. Data del siglo XIV.
El zoco del barrio no es tan ordenado como el de la medina, pero encuentras de todo y apenas hay turistas.
Mezquita Moulay Abdellah.
Tiene un minarete de 25 metros donde suelen anidar las cigüeñas. está decorado con bandas verticales de cerámica verde rematado por una torre con cuatro bolas. Data del siglo XVIII e incluye santuario, una madraza y una necrópolis.
Jardin Jnan Sbil.
Es un pulmón verde para la ciudad con varias especies de palmeras y cactus. Tiene un estanque bastante grande con varias especies de ánades. Hay varias calles con fuentes aunque en esos momentos estaban fuera de funcionamiento. Echamos de menos algún puestecito de comida para llevar para tomar al solecito.
7.- Qué comprar en Fez.
La Medina es un paraíso para las compras, en su interior hay prácticamente de todo: cerámica, perfumes, alfombras, pieles, baratijas varias,… Un consejo busca y compara precios no seas compulsivo y compres a la primera. Los souvenirs pequeños tienen ya su precio y son inegociables, pero si deseas adquirir un producto artesanal como una alfombra o piel tendrás que demostrar tus artes con el regateo ya que al principio te darán un precio muy por encima de su valor.
¿Qué compramos nosotros?.
No somos el tipo de viajero consumista, si compramos algo, solemos fijarnos en la procedencia de la materia prima y la forma de fabricación, que sea sostenible, respete los valores humanos y repercuta en la población local.
En el interior de la medina encontrarás varias cooperativas de mujeres (bereberes, divorciadas, mujeres sin recursos,…) que fabrican de forma artesanal productos cosméticos con aceite de argan. Te ofrecen una explicación sobre el origen de esta planta, propiedades y usos.
También puedes comprar jarapas artesanales fabricadas en materiales naturales como la lana, el algodón o la seda de cactus o aloe vera. En los talleres puedes observar como tejen estas telas y compras a precios muy competitivos.
La fonda que visitamos es una de las más antiguas de Marruecos datando del siglo XI. Nos enseñaron a colocarnos el turbante según la región del país.
Uno de los zocos más bonitos dentro de la Medina es la Alquiseria (mercado cubierto) donde podrás encontrar sobretodo tejidos y bordados para telas y cortinas. Es un sitio más elegante por el pavimento y su techo en madera de cedro. Este histórico lugar fue incendiado en 1954 por rebeldes que luchaban por la independencia del país. Recordamos que Marruecos fue colonia francesa de 1912 a 1956.
8.- Qué comer, deliciosa gastronomía local.
La cocina fassi, gentilicio de Fez, está compuesta de un mosaico de diferentes texturas y sabores aptas para todos los presupuestos. Son muchos los restaurantes que ofrecen un menú completo por unos 70- 80 dirhams. Incluso si no es un lugar muy turístico por 50 puedes comer bien.
No te puedes ir sin probar el tajín marroquí cocinado en sus diferentes variedades(con pollo y ciruelas, cordero, vegetal,…), el coscous, las brochetas, la sopa marroquí, sus ensaladas frescas y variedad de aceitunas,…
Tómate con tiempo la hora de la comida si te sientas en un restaurante, pues casi todo lo hacen en el momento y has de esperar un buen rato hasta que te sirvan el plato principal. Nosotros no pudimos resistirnos a probar la pastela en diferentes locales. Se trata de un hojaldre crujiente relleno de carne o pescado, couscous y espolvoreado con azúcar, canela y almendra.
Y como postre no dejes de probar los típicos pastelitos de miel que venden en varios puestos callejeros. Los puedes comprar al peso; eso si, no te extrañes si ves abejas alrededor, es normal, están en su entorno. Los puedes acompañar con un rico té de menta calentito o un jugo natural, a nosotros nos encantó el de caña de azúcar.
9.- Donde dormir. Nuestro Riad.
En la ciudad hay una amplia variedad de oferta de alojamiento tanto de hoteles como de pensiones, apartamentos, etc. Nuestra experiencia y recomendación es que te alojes en un Riad.
Riad significa «jardín» en árabe pero se refiere a una casa tradicional árabe con patio interior alrededor del cual se organizan los diferentes salones, habitaciones y zonas comunes. En origen estas casas solían ser espacios abiertos rodeados de plantas con una fuente en el centro, simbolizando así el «paraíso» musulmán.
Dispone de muchas menos habitaciones que un hotel lo que se traduce en un trato muy cercano con el anfitrión, algo así como una casa de huéspedes donde te sentirás muy cómodo por los consejos y recomendaciones que te darán. Muchos de ellos disponen de azoteas con vistas para desayunar.
Nosotros nos alojamos en el Riad Razane al norte de la Medina por unos 27€ la noche con desayuno en habitación doble.
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