Este artículo lo escribimos a raíz de un famtrip que realizamos con motivo de la celebración del Día Mundial del Turismo en el 2017 #WTD2017. Aquel año el lema de esta celebración era el turismo sostenible como sistema de desarrollo y nosotros apostamos por visitar la localidad alicantina de Pinoso.
Industrias vínicola y marmolera.
Este pueblo situado al oeste de la provincia de Alicante cuenta con una amplio término municipal de 12.500 hectáreas. Dos son los recursos naturales en los que ha intervenido la mano del hombre para su transformación en la industria base de la economía local, la vid y las canteras marmoleras.
La Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Pinoso quiso crear con esta actividad un acercamiento a la economía local de la población, intentando crear «experiencias» de las que personalmente salimos muy satisfechos.
La primera visita fue al Centro de Interpretación «Casa del Mármol y del Vino», museo y centro de investigación que permite al visitante disfrutar de forma sensitiva (algunas piezas y textos están adaptadas a personas con discapacidad visual)de distintas experiencias relacionadas con el mármol y el vino.
El vino es el principal producto de Pinoso, produciéndose actualmente unos 5,5 millones de litros al año, lo que supone el 20% de la provincia.
A principios del pasado siglo, las familias productoras de vino, delimitaban cada sarmiento con una caña y cuerda para marcar los puntos donde crecían las cepas. En 1894 había en el término municipal 400 bodegas. Muchas casas de labranza poseían la suya particular.
El sueldo de los jornaleros, no siempre se pagaba con dinero, a veces incluía un litro de vino al día. La uva se recogía en un capazo pequeño también llamado «planeta» elaborado con elementos vegetales.
La plaga de filoxera también afectó a las viñas de la comarca pero no tanto como en Valencia, donde antes de cultivar la naranja, tenían también uva.
El vino de Pinoso ha sido reconocido internacionalmente, prueba de ello es el diploma recibido en una exposición internacional celebrada en Barcelona.
A continuación visitamos la parte expositiva relacionada con el mármol. El espacio expositivo está montado sobre una estructura de madera desmontable y moderna con una forma irregular intentando imitar el monte de donde se extrae el mármol.
La industria marmolera de Pinoso da empleo a unas 3600 personas directamente y más de 9000 indirectamente. La facturación en el año pasado dentro del conjunto de la Comunitat Valenciana fue de 800 de euros.
Los primeros testimonios de uso de la piedra en la comarca es para la realización de petrogriflos en la Prehistoria. Otros usos de la piedra es para crear en bancales balsas o aljibes para la recogida de agua de la lluvia.
También para la construcción de cucos o refugios de pastores de los que actualmente hay un centenar en el término municipal. La Torre del Reloj (1899-1900) también fue construida en piedra.
En 1923 comenzaron los primeros trabajos de explotación de la cantera de Monte Coto. El primer trabajo era totalmente manual y las herramientas y utensilios utilizados se limitaban a unas gafas para proteger los ojos, unas botas de punta neumática y mazas, empleando la fuerza bruta en todo el proceso. En los años 70 comenzó a utilizarse el martillo neumático y las voladuras para romper bloques.
La exposición actual se ha podido montar gracias a testimonios de antiguos trabajadores recogidos en entrevistas.
Tras la visita del museo nos desplazamos en autobús hasta la cantera de Monte Coto. En 1923 comienza a explotarse esta cantera. En los años sesenta comienza su explotación comercial siendo en los noventa donde despega su comercialización. El 80% del mármol de la provincia de Alicante se extrae de esta cantera.
Una vez inservible la zona de extracción se reforesta con especies autóctonas y se cubre con tierra vegetal.
La última fase de esta industria consiste en el apilamiento por bloques con hilo de diamante y agua, donde pueden ser visitados por las empresas que los comprarán.
La siguiente visita fue a la Bodega Cooperativa de Pinoso, fundada en 1932. En la actualidad cuenta con 250 socios y ocupa una extensión de 750 hectáreas. Se recogen al año unos 7,5 millones de uva, lo que se traduce en unos 5 millones de litros de vino, la principal productora de Alicante. La principal variedad es la uva tinta, el monastrell. Otras variedades son el tempranillo o la gaznacha tintorera.
En la visita recibimos una completa explicación de todo el proceso de elaboración del vino. La uva pequeña produce un vino de mayor calidad por la mejor relación entre la piel y el interior del fruto, y es que es en la piel donde está el color de la uva, cuanto más madura mayor calidad.
En el proceso de maceración, la piel y las semillas que flotan se quedan arriba. La fermentación alcohólica dura 7 días. Se añade levadura entre 24-26 grados para transformar los azúcares de la uva en alcohol y en otros compuestos como el CO2, aromas, etc.
Para la clarificación del caldo el mejor producto natural es la clara de huevo que atrae las partículas en suspensión (levaduras, pieles,…) que caen al fondo del depósito. Pero como existe el consumidor alérgico al huevo se utiliza también la ventonita o gelatina de cerdo y para el consumidor vegano la proteína de guisante.
En la centrifugación, las partículas más sólidas se van a las paredes de la centrifuga y el caldo pasa totalmente limpio.
Para evitar los posos en el fondo de la botella, se emplea la estabilización en frío. Para ello se mete el caldo en depósitos isotermos y se baja la temperatura a – 3 grados. En esta temperatura extrema el vino se graniza y se cristalizan las partículas. Luego pasa el vino por unas placas filtrantes muy potentes y las partículas se quedan.
Acabó la jornada del #WTD2017 con una exquisita cata de vinos y embutidos de la comarca.
Un Paseo por el casco urbano de Pinoso.
Pinoso es una localidad pequeña que se puede recorrer en poco tiempo. El paseo resulta muy agradable pues no hay mucho tráfico. El edificio principal, emblema del pueblo, es la Torre del Reloj que se alza a una altura de 15 metros y data del año 1900.
El monumento se encuentra en el barrio más antiguo, Santa Catalina. Desde aquí podemos dirigirnos en un paseo al barrio de las casas-cueva, vivienda tradicional excavada en la roca.
En la parte baja del pueblo encontraremos el monumento religioso más relevante, la Iglesia de San Pedro Apóstol que data del siglo XVIII, aunque su interior fue restaurado en la década de los 50 del pasado siglo.
y para comer …
En el casco urbano encontraréis bastante oferta de restauración para todos los bolsillos. Nosotros fuimos a comer un Lunes de Pascua y comimos superbien. Eso si esos días se inflan un poco los precios ya que los menú son algo más caros. No podéis iros de Pinoso sin probar un plato variado de embutido acompañado de un buen vino, y como plato principal el arroz con conejo y caracoles o el gazpacho manchego, con su carne de conejo, torta y caracoles. Estaba delicioso.