El Palmeral de Elche no es un bosque, ni un jardín, ni una agrupación casual de palmeras, es un oasis integrado en el entorno, un paisaje cultural único creado por el hombre para transformar una tierra árida, escasamente regada por aguas salobres, en un lugar idóneo para el desarrollo de una horticultura intensiva.
Un complejo sistema hidráulico, a partir del escaso recurso de las aguas del río Vinalopó que cruza la ciudad, permitió el desarrollo de una sistema de regadío que data de la época andalusí establecido por los fundadores la ciudad islámica de Elche.
Existen varios motivos para pensar que quizás el origen de las palmeras en Elche sea más antiguo y se remonte a la época del asentamiento de los fenicios y los romanos en la región. Lo que si podemos afirmar es que el Palmeral de Elche es un ejemplo único de las técnicas agrícolas árabes en el continente europeo.
Desde la Avenida de la Comunidad Valenciana hay un mirador sobre una plataforma de madera desde el que se aprecia una bonita vista panorámica del palmeral, la basílica de Santa María y el Alcázar de la Señoría.
Palmeral de Elche como Patrimonio Mundial.
El 30 de noviembre del año 2000, el organismo para la educación, la ciencia y la cultura de las Naciones Unidas (UNESCO) distinguió para su salvaguarda no solamente un paisaje único en el mundo si no las singularidades históricas y culturales de este paisaje que forma parte inherente de la identidad de los ilicitanos.
Por lo tanto, la declaración del Palmeral como Patrimonio de la Humanidad ponía especial énfasis en la protección de las estructuras de los huertos de palmeras, sistemas de riego, viviendas tradicionales, etc. El Palmeral de Elche se incluye en la categoría de “paisaje cultural”, es decir, el fruto de la actividad de una comunidad como respuesta a su entorno natural.
El Comité del Patrimonio Mundial consideró que el Palmeral de Elche cumplía dos criterios de autenticidad que lo hacían poseedor de un “valor universal excepcional”:
🌴 En primer lugar es el testimonio de un intercambio de valores humanos. Dicho de otro modo es la transferencia cultural en un área y en un período. Más concretamente, de un paisaje característico de una cultura a otra, y de un continente a otro, en este caso, del norte de África a Europa.
🌴Por otro lado, es un ejemplo destacado de formas tradicionales de asentamiento humano y de aprovechamiento del medio natural representativo de una o varias culturas. En el caso de Elche, estas formas tradicionales fueron traídas a Europa durante el período andalusí y han sobrevivido hasta la actualidad.
Si estás interesado en hacer una visita en profundidad al Palmeral de Elche, tal vez te interese hacer el Sendero PR-CV 439 del Palmeral.
Siguiendo el cauce del río Vinalopó, que cruza la ciudad, hacia el norte, a través del Sendero medioambiental del Pantano de Elche, llegarás a una de las presas más antiguas de Europa copnstruida en 1632. Las aguas de la Acequia Mayor, obrta de ingenieria hidraulica de del pueblo musulman (s.X), sirven para regar los huertos de palmeras.
La singularidad del Jardín Huerto del Cura de Elche.
🌴Dentro del Palmeral de Elche encontramos un jardín exótico privado y de pago conocido con el sobrenombre de Jardín Huerto del Cura.
Este jardín botánico fue declarado en 1943 Jardín Artístico Nacional y tiene una superficie de 13.000 metros cuadrados. 
Pero, ¿qué es lo que singulariza a este jardín sobre otros parques de la ciudad?. Precisamente su carácter de jardín exótico en que se reparte armoniosamente una gran colección de plantas mediterráneas y tropicales, así como de palmeras de los diferentes continentes, creando un ambiente de bienestar y tranquilidad. También tenemos que destacar su impresionante colección de cactus de las partes más secas del planeta.
🌴El origen del Huerto del Cura tal y como hoy lo conocemos data del año 1876, cuando el labrador Andrés Castaño Peral compró una parcela del huerto en que vivía como arrendado, que más tarde dejaría en herencia a uno de sus hijos, el capellán José Castaño Sánchez, cura al que da le da nombre.
La popularidad del huerto comenzó a hacerse notoria a partir de 1873, año en que a una de sus palmeras comenzaron a brotar de su tronco una serie de hijuelos a una altura de casi dos metros, cuando lo habitual es que lo hicieran a nivel del suelo, que con el tiempo le dieron a la palmera gracias a su simetría una apariencia de candelabro gigante.
🌴Una de las primeras fotografías de la Palmera Imperial, probablemente tomada a finales del siglo XIX, muestra al capellán Castaño, quien dedicó gran parte de su vida al cuidado del huerto y de esta palmera en particular. Ya en el año 1900, debido al peso y la envergadura de los hijuelos, el capellán tuvo que colocarle un soporte para asegurar su conservación.
Actualmente con unos 180 años de vida, la Palmera Imperial dispone de un gran soporte metálico para evitar su desplome debido a su peso (aproximadamente 10 toneladas).
Durante su longeva vida ha visto pasar frente a ella a millones de personas, ilicitanos, turistas y personalidades ilustres, que han quedado boquiabiertos ante su majestuosidad y belleza.
 
La visita de Sissi Emperatriz al Huerto del Cura.
🌴Entre las visitas ilustres al jardín, una de las más conocidas fue la que realizó la emperatriz Elisabeth von Wittelsbach, Sissi, Reina de Hungría, Emperatríz de Austría y Duquesa de Baviera.
Durante el otoño del año 1894 la emperatriz de Austria y reina consorte de Hungría, viajaba en su yate, el Greiff, después de haber estado en la isla de Mallorca donde se había detenido para visitar a su primo, el archiduque Luis Salvador.
Su siguiente destino era Marsella, pero fueron sorprendidos por un temporal que los obligó a desviar su rumbo al cercano puerto de Alicante. Tras atracar su barco en el puerto, se alojó en esta ciudad. Mujer, intrépida, decidió junto a otros de sus acompañantes dirigirse de incógnito a comer a la fonda de Bossio, situada en la Rambla, en donde disfrutó de una comida vegetariana finalizada con unas granadas como postre. Quedó tan fascinada por el sabor de esta dulce fruta que terminó solicitando al propietario de la fonda que enviara algunas cajas al barco y le señalara el origen de las mismas, que no era otro que la ciudad de Elche, a tan solo 23 kilómetros de la capital.
🌴Fue entonces cuando se acercó al ya por entonces popular, Jardín Huerto del Cura. Sissi que era una apasionada de la botánica y de la naturaleza, quedó fascinada por la majestuosidad de aquella palmera de siete brazos, tanto que se dirigió al capellán con estas palabras: “esta palmera tiene un poder y una fuerza dignas del más grande imperio; póngale un nombre célebre”. Hasta el momento, este raro ejemplar al que le habían nacido a dos metros del suelo tantos hijuelos se le conocía como la palmera de los ojos, o «dels ulls».
Tras la visita, reflexionando sobre las palabras de la emperatriz, el capellán Castaño decidió bautizar la palmera en su honor como Palmera Imperial. Desde entonces se inició en el huerto una tradición de dedicar las palmeras del huerto a los visitantes más ilustres que llega hasta nuestros días.
Como recuerdo de este suceso, muy cerca de la Palmera Imperial se encuentra desde 1953 un busto de la Emperatriz Isabel de Baviera obra de José Sánchez Lozano, el escultor más célebre del Pilar de la Horadada.
Es sabido que a su llegada al huerto, la emperatriz vestía de amarillo claro y se protegía del sol con una sombrilla del mismo color. Su aspecto era de una exquisita elegancia y delgadez extrema. Contaba entonces con 57 años de edad.
🌴La casualidad quiso que el eclipse total de sol de mayo de 1900 estableciera Elche como el lugar de mejor observación. Llegaron a la ciudad multitud de delegaciones científicas de todo el mundo, y entre sus atractivos visitaron el Huerto del Cura. Entre los lugares más inmortalizados por las potentes cámaras fotográficas que portaban estaba la Palmera Imperial, imagen que desde entonces, comenzó a ser difundida en prensa y revistas internacionales.
En 1908 la primera guía turística moderna, la guía Baedeker, incluía a Elche como parada en la Comunidad Valenciana, y como visita imprescindible, el Huerto del Capellán y su famosa palmera.
🌴Entre los personajes ilustre que han visitado este bello jardín ornamental, se encuentran visitas de jefes de estado y presidentes (Alfonso XIII, Canalejas, Victoria Eugenia, Eduardo Dato, Alcalá Zamora, Juan Carlos I), autoridades de rango internacional (Humberto II de Italia, embajadores de Estados Unidos y Suiza, el emperador Otto de Austria-Hungría…) intelectuales y artistas (Óscar Esplá, Wenceslao Fernández Flórez, Eugenio d’Ors, Gregorio Marañón, Rubinstein, Grisolía, Severo Ochoa…).
Una mujer adelantada a su época.
🌴Isabel de Baviera, más conocida como Sissi emperatriz, fue una mujer adelantada a su tiempo, obsesionada con la belleza y el ejercicio. Tenía un cabello tan largo que le llegaba hasta los tobillos, lo que implicaba horas y horas de cepillado, y el cuidado con tratamientos especiales a base de mascarillas de huevo y coñac.
También era una obsesionada con su figura manteniendo una cintura de 47 centímetros gracias a corsés extremadamente ajustados y una rutina de ejercicio poco común en la nobleza de la época. Su obsesión por la delgadez la llevó a seguir dietas muy estrictas y a realizar largos ayunos. Controlaba su peso a diario, para mantenerlo entre los 45 y los 50 kilos. Realizaba largas caminatas por el campo, todo una ecologista.
Mujer melancólica y de espíritu rebelde, siempre estuvo en desacuerdo con las rígidas normas de la Corte de Viena, rebelándose contra las que ella consideraba unas estúpidas normas protocolarias.
Encontró la libertad fuera de la ostentosa corte imperial viajando a bordo de su yate. Viajó por lugares exóticos para la época en la que vivió como Argel, Corfú, Córcega, Madeira, los Cárpatos y España.
Fue una gran lectora y mujer muy culta. Admiradora de Heine, llevaba con frecuencia en la mano sus poesías. Por el contrario, era enemiga de los fotógrafos, hecho que explica los escasos documentos fotográficos que existen sobre ella.

		







