Yecla y Jumilla, más allá de muebles y viñedos.

Muy cerquita de casa, a apenas una hora de viaje se encuentran 2 ciudades hasta entonces desconocidas para mi, Yecla y Jumilla. Ambas ciudades forman la comarca del Altiplano de Murcia con una población de casi 60.000 habitantes. Conocidos ambos municipios por la calidad y el reconocimiento de sus vinos, y por la industria del mueble, la ciudad de Yecla, me sorprendió gratamente la monumentalidad de ambos cascos históricos y su oferta museística.

Qué ver en Yecla.

Comenzamos por la ciudad de Yecla. Con casi 35.000 habitantes, el topónimo Yecla proviene del árabe Yakka, que era el nombre que recibía la fortaleza situada en el actual Cerro del Castillo. Es muy posible que dicho topónimo  provenga de la raíz prerromana Iko o Ika.

Un paseo por su coqueto centro histórico nos invita a descubrir edificios civiles y religiosos, donde el estilo barroco predomina y enorgullece a esta ciudad de interior. Probablemente la Basílica de La Purísima (1775-1868) sea el edificio de mayor relevancia y símbolo de la ciudad por su cúpula semiesférica decorada en espiral con teja vidriada azul y blanca.

El día que visitamos el templo, había mucho «ajetreo» en el interior del templo, pues se acercaba la Semana Santa, todo un acontecimiento, y las diferentes imágenes religiosas y tronos estaban siendo preparados para las procesiones.

Entre la iconografía religiosa destaca la talla de Ntra. Sra. de las Angustias de Salzillo o la pequeña imagen del Cristo de la Adoración de la Cruz o Cristico del escultor Esteve Bonet.

La Iglesia barroca de Nuestra Señora de los Dolores (s. XVIII), conocida como el «hospitalico» fue nuestra siguiente parada. Debe su nombre a que está anexa al edificio que albergaba el antiguo Hospital de Caridad, el cual consta en las relaciones que Felipe II ordenó hacer en el año 1575.

La Iglesia de La Asunción también conocida como «Iglesia Vieja» data del s. XVI, empezando su construcción en 1512 y finalizándose cuarenta años después. Consta de una sola nave de estilo gótico con bóveda de crucería y capillas laterales entre los contrafuertes. Destaca su torre renacentista, construida a mitad del s. XVI, con un friso con cabezas esculpidas. Posee una base rectangular de 35 metros de altura, dividida en cuatro pisos. En el último, encontramos ventanas de parteluz, campanas y un gran friso con curiosa serie de cabezas esculpidas con motivos distintos en cada cara.

Son muchos los rincones con encanto, plazas, jardines, calles peatonales donde poder pasear y hacer compras sin prisas, y ¿porqué no? adquirir sus típicos dulces libricos de Yecla.

En cuanto a su oferta museística destacamos dos museos, el Museo Arqueológico Municipal «Cayetano de Mergelina» MAYE y el Museo de réplicas de El Greco, ambos situados en la Casa Palacio de los Ortega.

Además de los libricos de Yecla, tuvimos la oportunidad de almorzar la típica torta frita que consiste en una masa fermentada a base de levadura frita en abundante aceite. Se pueden comer con azúcar, sal, anchoas, miel, tomate, embutidos, etc.

Qué ver en Jumilla.

A tan sólo 24 km. la ciudad de Jumilla, la antigua ciudad andalusí de Ğumalla,que cuenta actualmente con unos 25.000 habitantes.
El edificio civil más sobresaliente es el castillo, una fortaleza medieval que se alza sobre un cerro desde el que domina la localidad.

En abril de 713, los árabes atraviesan Jumilla con su intento de conquista de la península y comienzan la construcción de la fortaleza árabe, sobre las antiguas ruinas romanas. El asentamiento árabe en Jumilla duró cinco siglos, hasta que en el año 1241 fue conquistada por San Fernando, integrándose así por vez primera a la corona de Castilla.


En 1461 el marqués de Villena hizo levantar la fortaleza prácticamente tal como la conocemos actualmente, con tres pisos, sótano y terraza, poniendo en ella su escudo de armas.

La Iglesia de Santiago, Parroquia Mayor de Jumilla es una de los más bellos templos de la ciudad. Declarada Monumento Nacional en el año 1931, no solamente por su belleza arquitectónica y por la rica imaginería que guarda en su interior, sino por ser el primer templo de gran cúpula sobre crucero construido en la Diócesis de Cartagena.

Esta iglesia se caracteriza porque en ella confluyen diferentes estilos arquitectónicos, debido al largo período de tiempo en el que se gestó su construcción (s.XV-XIX). La cúpula es de estilo renacentista y se une al cuerpo gótico de la nave principal o la torre del campanario que es más estrecha que los cuerpos que la sostienen. La construcción de este templo coincide con el desplazamiento de los habitantes de la ciudad desde la colina del castillo hacia el valle, que a su vez es el momento del despegue económico de Jumilla.

El retablo mayor es una valiosa obra de los hermanos Ayala del siglo XVI, de los mejores retablos renacentistas de la Región de Murcia. A pesar de diversas vicisitudes históricas que ha sufrido, todavía conserva la mayor parte de las esculturas que lo componen, destacando la del titular, el apóstol Santiago. El retablo representa la vida del Apóstol Santiago, contando con cuatro cuerpos.

De su variado patrimonio monumental y cultural, nos quedamos con el Museo Municipal de Arqueología «Jerónimo Molina» (Palacio del Antiguo Concejo), el Teatro Vico (1883) o la de la Calle Cánovas.

Esperamos que estas breves reseñas os hayan servido para tener un primer contacto con estas interesantes ciudades murcianas.



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Diplomado en Turismo por la Universidad de Alicante y Licenciado en Antropología Social y Cultural por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Le apasionan los idiomas, habiendo estudiado en la Escuela Oficial de Idiomas de Elche, Inglés, Francés e Italiano, y en la actualidad cursa sus estudios en Alemán. Además es Guía Oficial de Turismo por la Comunidad Valenciana.

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