Ademuz con los 5 sentidos

El pasado fin de semana hicimos una escapada a la comarca valenciana de El Rincón de Ademuz, donde pudimos conocer gracias a una colaboración con la Tourist Info Ademuz algunas de las propuestas de visita que ofrecen bajo el lema de «Ademuz con los 5 sentidos».

¿Qué es Ademuz con los 5 sentidos?.

Se trata de un programa de diferentes visitas guiadas (patrimoniales, etnológicas, arqueológicas, de interpretación de la naturaleza,…) orientadas a todo tipo de personas, famílias, grupos de amigos, etc. que quieran despertar sus sentidos a través del conocimiento de esta histórica comarca.

Ademuz.

Y es de este modo es, según nuestra experiencia y percepción, como se despiertan cada uno de estos 5 sentidos.

Sentido de la vista:

A través de la contemplación del rico patrimonio arquitectónico religioso, en forma de ermitas medievales, y de su arquitectura popular de pueblos de montaña, donde la piedra seca, Patrimonio Mundial, es la protagonista.

– Sentido del olfato:

A través del aire puro que se respira por estos lares, fruto de la altitud a la que se encuentra el casco urbano del pueblo en la falda del monte los Zafranares , a 741 metros, siendo el punto más alto del municipio en la Sierra Tortajada , 1.516 m.

También podemos desarrollar este sentido sensorial a través del olor que desplegan los campos de manzanos en plena floración o cuando su fruto está maduro. Y es que la manzana de esta comarca es muy reputada, organizándose una feria anual en cada una de las poblaciones que la componen. No te puedes ir de aquí sin adquirir un rico zumo de manzana natural o mermelda de esta fruta.

-Sentido del gusto:

A través de su elaborada gastronomía, típica de pueblos serranos, a base de guisos con los productos del terreno, las gachas acompañadas de conejo o verduras o el “arroz empedrao”, con alubias pintas y carne de cerdo.

Arroz empedrao

-Sentido del oído:

A través de la escucha del canto de los pájaros que anidan junto al agradable paseo siguiendo el cauce del río Túria hacia el área recreativa de «Los Arenales». O de la escucha de la avifauna silvestre que nidifica en la cercana sierra que sube hasta «La Celadilla».

– Sentido del tacto:

A través del patrimonio etnológico del pueblo y de sus aldeas. Visita la antigua escuela de Sesga y toca los utensilios con los que hasta su cierre em 1965 se enseñaba a los alumnos. O coge la antigua pala de hornerar el pan en el horno comunal. O prueba a lavar una prenda con tus propias manos en un antiguo lavadero.

¿Dónde está el Rincón de Ademuz?.

Uno de los rasgos diferenciadores de esta comarca es su situación geográfica: separada del resto de la provincia de Valencia por una franja de 15 kilómetros. Se trata de una tierra de mestizaje, enclavada entre las provincias de Teruel y Cuenca, pero con un fuerte orgullo y sentimiento valenciano.

Mapa de las comarcas de la provincia de Valencia.

Los castillos de Ademuz y Castielfabib fueron tomados por el rey Pedro II, padre de Jaume I, en el año 1.210. Inicialmente, se adscribió este territorio al Reino de Aragón y no fue hasta el período comprendido entre los años 1.259 y 1.261 cuando pasara a formar parte definitivamente del Reino de Valencia. Desde entonces excepto en dos cortos periodos de tiempo en el siglo XIX ha formado parte de lo que hoy conocemos como Comunidad Valenciana.

Fuente ornamental de azulejos en el centro de Ademuz.

Qué ver en Ademuz

Ademuz cuenta actualmente con unos 1200 habitantes, de los poco menos de 3000 almas con las que cuenta el Rincón. Es la cabecera de la comarca y cuenta con tres aldeas que han sabido conservar su patrimonio etnológico: Val de la Sabina, Sesga y Mas del Olmo.

Arquitectura religiosa.

Dentro del núcleo urbano, en cuanto a arquitectura religiosa destacan tres templos. El de mayor tamaño es la Iglesia Arciprestal de San Pedro y San Pablo consagrada en 1644. Su fachada es austera, pero su interior guarda un valioso patrimonio mueble, así como reliquias, siendo de gran interés una tabla con una imagen de la Virgen de la Leche del siglo XV.

Como curiosidad, si os fijáis, en la puerta de entrada hay un agujerito, usado como antigua gatera, para que los felinos entraran para comerse a los roedores que pudieran dañar el patrimonio mueble y libros allí custodiados.

La ermita de la Virgen de la Huerta, llamada así por encontrarse en sus inicios a las afueras del pueblo, hoy dentro del casco urbano, es el edificio más antiguo de Ademuz, data de finales del siglo XIII. Del exterior destaca su porche sostenido por dos gruesas columnas toscanas, la espadaña de dos luces y, especialmente, su portada de tradición románica con una inscripción moderna en hebreo del Salmo V, 8 «llegaré hasta tu morada y me postraré ante ti».

Virgen de la Huerta

De su interior destacamos la pintura mural de María Magdalena, situada en uno de los arcos centrales  de gran valor.

La ermita de San Joaquín y Santa Ana es muy pequeñita pero coqueta. En su origen formó parte del antiguo Hospital de los Pobres (s.XV).

Ermita de San joaquín.

Arquitectura civil.

De entre los edificios de carácter civil monumental destacamos las ruinas de lo que fuera el Castillo de Ademuz. Desconocemos el origen de esta fortaleza, aunque algunas hipótesis lo situan en época romana debido a los restos encontrados en los alrededores, aunque más tarde fue habilitado como fortaleza durante la época árabe. Junto al castillo se alzan las ruinas de la antigua ermita de Santa Bárbara, del siglo XVIII, sin techumbre y en un estado de urgente intervención.

Pero lo más pintoresco, sin duda, es la configuración del casco antiguo con calles estrechas y escalonadas, donde las casas parecen sobreponerse las unas a las otras. Muchas de estas casas aprovechan lo reducido del solar donde se asientan para sacar las vigas hacia el exterior, para de este modo aumentar la planta del piso superior.

Son característicos también los aleros de madera y los balcones corridos con recias rejas. Algunas de estas casas tienen llamadores curiosos y puertas de madera muy trabajadas.

Patrimonio etnológico.

Si de algo pueden sentirse orgullosos los ademuceros y todos los oriundos de la comarca es de haber sabido conservar su legado etnológico y sus tradiciones. Sin varios los espacios que muestran el pasado de estas tierras en un espacio musealizado o al exterior perfectamente integrado en el paisaje.

Una de estas tradiciones que formaban parte de la cultura y economía local era la vinicultura, ya desaparecida. No obstante, se ha sabido conservar este legado y técnicas del saber hacer en lo que hoy conocemos como el Cubo del Tio Maroto. (calle Vallado). Se trata de una antigua construcción destinada a fabricar vino, denominada cubo. El edificio obtuvo, junto a otras construcciones restauradas con las técnicas de construcción vernáculas, el Primer Premio Europa Nostra de restauración europea en su edición de 2011.

Otros de los espacios sería el Molino de la Villa del siglo XIII (sede de la Oficina de Turismo). Se sitúa a orillas del río Bohílgues  de cuyas aguas se nutre. Hoy en día alberga un Centro de Interpretación del Agua. En las inmediaciones puede admirarse el conjunto hidráulico que comprende las construcciones de la Fuente Vieja, el Lavadero Público o el Molino de Efrén.

De los dos hornos municipales que Ademuz llegó a tener en otra época, únicamente subsisten algunos elementos arquitectónicos del conocido como Horno de Arriba.

horno de Arriba

Patrimonio arqueológico y natural.

Otro de los tesoros que este municipio alberga es el poblado ibérico de La Celadilla, una aldea fortificada habitada entre finales del siglo V y mediados del siglo IV a. de C. que ocupa un poco menos de media hectárea de extensión, pero del que queda mucho por excavar. Fue destruida por un gran incendio que supuso su definitivo abandono. Se encuentra a unos 780 metros de altitud y se accede a través de un interesante sendero.

La subida al yacimiento arqueológico desde la población es una excursión de un par de horas siguiendo el margen izquierdo del río Túria. A lo largo del recorrido nos cruzaremos con campos de cultivo de almendros o manzanos, o productos de regadío como las coles.

A mitad de camino hay un área recreativa conocida como el Merendero de Los Arenales, en el cual se puede hacer un picnic o incluso barbacoas. En verano cuenta con un chiringuito y las piscinas de verano, lo que resulta muy agradable para las noches estivales.

Resulta muy atractivo la entrada a cuevas excavadas en la roca en forma de habitaciones o estancias, a las que se accede a través de una escalera de hierro colocada con ese fin.


Y entre los huecos de la roca puedes que te encuentres restos de algún Nacimiento o Portal de Belén.

Aunque también puedes deleitarte con uno de los oficios más antiguos de nuestro campo, el pastoreo.

Aldea de Sesga.

Son 3 las aldeas del municipio de Ademuz, todas ellas con una personalidad marcada. La más cercana a Ademuz pueblo es Val de la Sabina, a menos de 5 km. Por falta de tiempo, sólo pudimos conocer Sesga, con lo que no tenemos excusa para volver a esta comarca que comprende hasta 7 municipios: el propio Ademuz, Castielfabib, vallanca, Torrebaja, Casas Altas, Casas Bajas y Puebla de San Miguel. De este último os hablaremos en otro artículo.

Sesga cuenta con apenas 8 habitantes censados, pero son muchas las casas, que durante los fines de semanas y puentes, y sobretodo en verano, se llenan de lugareños que vuelven a su pueblo y dan vida a esta hermosa aldea. En temporada el Centro Social, en invierno cerrado, organiza veladas y cenas al aire libre, para disfrute de vecinos y visitantes. Como curiosidad comentar que la luz eléctrica no llegó al pueblo hasta el año 2001.

Centro Social de Sesga

En la calle principal de la aldea se encuentra un edificio construido en piedra que con carácter polifuncional alberga tres instalaciones que en su día estuvieron en marcha y hoy son testigo de este pasado en forma de museo.

Edificio polifuncional

En la planta baja se localiza el que fuera horno comunal que estuvo en marcha hasta el año 2010. Instrumentos para hacer el pan de forma artesanal, bancos para amasar e incluso fotografías históricas forman parte del material didáctico para conocer este lugar que servía al mismo tiempo de lugar de reunión de las mujeres de la aldea.

En la planta de arriba se ubican la antigua escuela que cerrara en 1965. conserva los pupitres de madera, mesa del maestro, mapamundis,… y hasta una foto del dictador Franco, tal y como quedó tras su cierre en los sesenta.

También en esta dependencia se ubica la antigua barbería que a su vez funcionaba como la estancia donde trabajaba el sacamuelas. Conserva antiguos utensilios de estas profesiones. Al final de esta calle se alza otra construcción histórica en piedra que albergaba la tejería con la que se cubrían los tejados de las casas.

También cabe destacar el conjunto hidráulico que se conserva en muy buen estado y que comprende, la fuente, el abrevadero para animales, el lavadero (aún en uso) y el batán.

Lavadero
abrevadero

Varios hornos de cal y yeso que debían estar encendidos hasta 24 horas para alcanzar la cocción del yeso con la piedra se mantienen en pie.

La parroquia de San Roque no tiene culto semanal, pero es elegida por muchos de los lugareños cuando vuelven a Sesga de vacaciones para celebraciones religiosas importantes.

Nuestro agradecimiento a Tourist Info Ademuz y a la Guía turística de Ademuz, Inma.

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Diplomado en Turismo por la Universidad de Alicante y Licenciado en Antropología Social y Cultural por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Le apasionan los idiomas, habiendo estudiado en la Escuela Oficial de Idiomas de Elche, Inglés, Francés e Italia. Además es Guía Oficial de Turismo por la Comunidad Valenciana.

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