12 + 1 lugares qué visitar en Alcalá la Real, tierra de frontera.

Qué ver en Alcalá la Real

Alcalá la Real puede presumir de ubicarse en un enclave privilegiado tanto históricamente, ha sido habitada por musulmanes y cristianos, culturas que han dejado su impronta en el patrimonio de la ciudad, como en la actualidad.

Se alza orgullosa a caballo entre tres de las capitales andaluzas, a 79 km de Jaén, a 51 km de Granada y a 107 km de Córdoba. Lo que la convierte en tierra de frontera, capital de la comarca jienense de la Sierra Sur.

Es una ciudad pequeña (unos 22.000 habitantes) por lo que aconsejamos descubrirla a pie, eso si teniendo en cuenta las cuestas de algunos de sus barrios históricos. Merece la pena por ver la ciudad desde diferentes alturas y perspectivas.

Típica calle en cuesta del casco antiguo.

El emplazamiento de la ciudad actual fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1967.

Qué visitar en Alcalá la Real.

Alcalá la Real como producto turístico forma parte de la Red de Ciudades Medias del Centro de Andalucía que está compuesta por seis ciudades ubicadas en el corazón de Andalucía que cuentan con una serie de monumentos emblemáticos y un patrimonio considerable. Además de la citada forman parte de este grupo Antequera, Écija, Estepa, Lucena y Puente Genil.

Una de las mejores maneras de visitar la ciudad es con una visita guiada con la empresa local «Pangea, Patrimonio, Turismo y Divulgación».

1.) La Fortaleza de la Mota.

Uno de los monumentos que hacen de Alcalá la Real una ciudad monumental es la Fortaleza de la Mota, una auténtica ciudad fortificada que contaba con una gran variedad de servicios y donde residían más de 3000 almas.

Situada a 1033 metros de altura la majestuosidad de su perfil entre campos de olivos centenarios la hace irresistible para todo aquel amante de la historia.

El título de Real le vino otorgada a esta ciudad fortificada por los servicios prestados a los intereses de la Corona de Castilla.

Un poco de historia de la Fortaleza.

Los primeros pobladores de este recinto se remontan al Neolítico, quedando en pie vestigios de cuevas. Los romanos crearon en este lugar una importante estructura militar desde donde controlaban las vías de comunicación.

La época de mayor esplendor sería en período nazarí. En 1341 fue conquistada definitivamente por Alfonso XI. En 1492 se produciría la conquista del Reino de Granada.

Entre los años 1527 y 1627 se construyó la Iglesia Mayor Abacial, siendo incendiada por las tropas napoleónicas en 1812.

En 1931 el conjunto de la fortaleza fue declarado Monumento Nacional.

Las entrepuertas.

El acceso principal a la ciudadela se hace a través de las entrepuertas donde hallamos restos del barrio del Albayzín. Este vocablo árabe indica que la zona está construida sobre una pendiente. Aquí se ubicaban los comercios y oficios calificados como «actividades contaminantes» como las herrerías, las sastrerías, los hospitales o los prostíbulos.

De las 7 puertas que tuvo el recinto solo quedan 3. La primera de ellas es la Puerta de las Lanzas. El nombre puede venir dela actividad en este lugar del pago de las lanzas, el sueldo de los soldados. Aunque es de origen musulmán hecha con piedra calcárea fue restaurada en el siglo XVI.

A continuación cruzaremos la Puerta de la Imagen en forma de arco de herradura con el escudo de la ciudad y la llave en el centro.

Al cruzarla forma una especie de zaguán y desde este lado podemos apreciar una imagen de la Virgen como protectora y los escudos de la ciudad y el Rey Alfonso XI. Esta imagen era mantenida por el gremio de los carniceros. Aún podemos apreciar las canalizaciones por donde circulaba la sangre de los mataderos de las carnicerías y la red de saneamiento.

Carnicerías
Canalizaciones de las carnicerías.
Puerta del Peso de la Harina.

Como bien indica su nombre en este lugar además de producirse el peso de la harina había una especie de aduana donde se pagaban impuestos.

Al cruzarla entramos a la Plaza Baja donde se llevaba a cabo el intercambio de mercancías entre árabes y cristianos. También era una zona comercial importante. Podemos visitar la recreación de una antigua botica medieval donde se vendían pócimas y remedios naturales.

Trazado urbano.

El trazado de calles y casas que apreciamos a continuación pertenecen a los siglos XV-XVII y fueron construidas sobre las antiguas islámicas. Un ejemplo del trazado urbano medieval son los restos de pavimento original en espiga.

Trazado urbano de la Mola.
La Alcazaba.

Esta fortificación militar se caracteriza por su entrada en doble recodo. Cuenta con un patio de armas flanqueado por tres torres unidas por un tramo de la muralla.

La Alcazaba

La torre del Homenaje, cuyas almenas se reconstruyeron en la década de los setenta tras un terremoto, la torre Campana y la torre Mocha.

Vivienda y bodega.

Del antiguo barrio militar destacamos una vivienda por sus grandes dimensiones, su pórtico y los pesebres. Debió ser propiedad de algún militar acaudalado. Las familias más pudientes disponían de una bodega de grandes proporciones.

Antes de las plantaciones de olivos en esta zona había grandes extensiones de viñedos, lo que se traducía en un gran privilegio para los alcalaínos que estaban exentos del pago de impuestos.

Un enorme trabuquete utilizado como arma de guerra tanto en ataque como defensa se expone en este lugar. Con este artilugio se lanzaban bolaños de piedra que bajaban rodando por la pendiente hacia el enemigo.

Pozos y aljibes.

Estos grandes depósitos servían para almacenar el agua en períodos de escasez por la sequía o de cerco del enemigo.

Aljibe.
Iglesia Mayor Abacial.

Junto a la Alcazaba es una de las joyas del conjunto monumental. Este templo en desuso como tal, fue construido entre 1517 y 1627 y es obra de varios maestros como Martín de Bolívar, Ginés Martínez de Aranda o Ambrosio de Vico.

La puerta frente al aljibe donde hay un retablo de la Virgen de La Asunción está tapiado. En la fachada principal, por su parte, podemos apreciar elementos de varios estilos arquitectónicos como el gótico en los rosetones, contrafuertes y en las cuatro gárgolas que representan a los cuatro evangelistas. La portada es puramente renacentista. Fijaros en la considerable altura del campanario de 42 metros.

Iglesia Mayor Abacial.

En su interior hallaremos restos romanos, además de tumbas visigodas y musulmanas.

Bahondillo y Torre de la Cárcel.

Este barrio occidental se ubicaba sobre una zona rocosa y alberga tanto viviendas como algunas cuevas que fueron usadas como bodegas. La Torre de la Cárcel fue usada como aljibe principal pero también como Cárcel Real.

2.) La Parroquia de Santo Domingo de Silos.

Desde la Fortaleza de la Mota podemos observar esta iglesia del siglo XVI cuyos cimientos se levantaron sobre una antigua mezquita. Fue el primer templo edificado después de la conquista de la ciudad en 1341.

En estos momentos solo podemos apreciar desde arriba algunos restos de estilo gótico mudéjar.

Restos de Santo Domingo de Silos.

3.) El Paseo de los Álamos.

Uno de los lugares favoritos de los lugareños para el esparcimiento es este coqueto y céntrico paseo que data del siglo XVIII. Su nombre hace referencia a una antigua alameda, hoy en día completada con otro tipo de vegetación arbórea.

La plaza cuenta con muchos atractivos, tales como una fuente monumental, esculturas, juegos infantil y un kiosko bar.

Paseo de los Álamos.

Justo en este lugar podéis tomar un aperitivo en Casa Montañés, toda una institución en la ciudad fundada en 1918 en un pequeño negocio familiar de ultramarinos que aún resiste a los modernos supermercados en la calle Alonso Alcalá 8, junto al Ayuntamiento.

Entre sus especialidades no debes dejar de probar sus embutidos artesanales: pavo trufado, lomo mechado o de orza.

En la misma calle Álamos encontraremos el Pilar de los Álamos, primera construcción civil de la ciudad moderna en estilo renacentista que data de 1552, obra de Jacobo Florentino. Es una fuente de la que brota agua fresca de manantial.

Podemos apreciar el escudo de la ciudad con sus dos símbolos que son la llave (Guarda) y la corona (Real) con la leyenda «llave, guarda, e defendimiento de los Reinos de Castilla» que le otorgaron los Reyes Católicos. 2 grifos o animales mitológicos completan la iconografía.

Pilar de los Álamos.

4.) El Palacio Abacial.

Si las paredes de este edificio señorial hablaran nos contarían mil y una anécdotas aquí acaecidas. Y es que este palacio ha ido cambiando de propiedad en propiedad a lo largo de su historia.

El antiguo Palacio Abacial del siglo XVIII en lo alto de la Mota fue abandonado en favor de este edificio en la nueva zona de expansión de la ciudad. El Abad D. Esteban Lorenzo Mendoza y Gatica decide hacerse construir este nuevo palacio cuyas obras acabaron en 1791.

Se trata de un hermoso edificio, unión de varias casas, en estilo barroco con toques neoclásicos. Su uso como palacio abacial acabó en 1851 para convertirse en archivo y residencia del Arcipreste.

Palacio abacial

En 1927 pasó a manos municipales y en 1959 se convirtió en un centro de enseñanzas secundarias. Por fin en 1995, se decidió dar un giro en su uso para que pudiera ser disfrutado por todos convirtiéndose en Museo Arqueológico y Oficina de Turismo, además de Conservatorio de Música.

De entre las valiosas piezas del museo cabe destacar los hércules y un fauno de la época romana, además del tesorillo de época califal de Ermita Nueva.

El precio de la entrada al Museo Arqueológico es gratuito presentando el ticket de acceso a la Fortaleza de la Mota.

Hércules alcalaíno.

5.) La Iglesia de San Antonio de Padua.

La iglesia actual comenzó a construirse en 1753 sobre el solar de una antigua ermita dedicada a San Antonio Abad. Se ubica en la calle Álamos, 8.

Es de estilo neoclásico con toques barrocos. De planta elíptica tiene cuatro capillas planas adosadas a la cabecera, pies y laterales, que la convierten en una cruz griega.

Adosada a la iglesia encontramos la Capilla del Cristo de la Misericordia. La talla del Cristo es muy venerada siendo muchos los alcalaínos que le dedican una oración desde la misma calle.

Justo delante de la iglesia hay una escultura de Pablo de Rojas (1549-1611), gran escultor e imaginario nacido en esta ciudad.

6.) La calle Llanillo.

La calle comercial por excelencia es la Carrera de las Mercedes, conocida como el «Llanillo». Os preguntaréis de dónde viene tan curioso nombre. No tenéis más que contemplar las calles perpendiculares con grandes pendientes, mientras que esta es totalmente llana.

Pasea a lo largo de la calle sin prisas, contemplando la elegancia de sus fachadas. Las hay tanto en estilo modernista de principios del XX como en un estilo más regionalista con motivos arabescos.

7.) La Iglesia de La Encarnación.

La Iglesia y Convento de la Encarnación forma parte de un monasterio de Madres Dominicas. Es de estilo renacen­tista y se ubica en el centro del Llanillo. Este templo fue fundado originariamente en la Mota en el año 1588, ocupando el lugar actual desde el año 1602.

En su momento se convirtió en uno de los ejes de expansión urbanís­tica de la ciudad en el llano, estable­ciéndose en torno a éste diversas edificaciones civiles y religiosas.

Iglesia de la Encarnación.

8.) La Plaza del Ayuntamiento.

Uno de los espacios más concurridos de la ciudad es la Plaza del Arcipreste de Hita. En ella se dan cita algunos edificios de interés como la Casa Consistorial cuya construcción comenzó en el año 1733. Nos pareció un edificio muy interesante con muchos detalles como los grifos en las rejas de la balconada o los mascarones en los arcos de la parte superior. A propósito de estos mascarones que representan seres raros existe un dicho popular que dice «eres más feo que el 5º del Cabildo», y es que esa máscara es fea refea.

Ayuntamiento de Alcalá la Real.

También es de destacar la torre con un reloj lunar, obra de Fernando de Tapia que funciona desde el año 1803.

Otro de los edificios de la plaza dignos de interés es la conocida como «Casa de Enfrente» que data del siglo XVIII. Fue utilizada como Lonja cubierta en un pasado. Delante se alza una estatua homenaje a Martínez Montañés (1568-1649), gran escultor alcalaíno y maestro de la imaginería religiosa.

Casa de enfrente.

El antiguo casino en estilo modernista, es hoy en día un animado local de tertulias flamencas. No hay que recordar que estamos en tierras andaluzas.

Antiguo Casino.

9.) La Iglesia de las Angustias.

Muy cerquita de la plaza anterior se localiza la Iglesia de las Angustias. Aunque su construcción comenzó en el año 1746, las obras no finalizaron hasta principios del siglo XIX en estilo barroco con toques del neoclasicismo.

Exteriores de la Iglesia de las Angustias.

En su interior encontraremos la pila bautismal donde fueron bautizados personajes tan ilustres para la ciudad como Martínez Montañés o Pablo de Rojas.

10.) La Iglesia de La Consolación.

El templo más importante de la ciudad es la Iglesia de la Consolación, también conocida como Santa María La Mayor, debido a su condición como nueva sede de la iglesia Abacial. Aquí se guarda la imagen de la Virgen de Las Mercedes, patrona de Alcalá la Real.

Su campanario mide más de 36 metros de altura (siglo XVIII) y su portada es de estilo renacentista (siglo XVI). Las imágenes aquí representadas hacen referencia a San Luis de Francia y a Santa Isabel de Hungría, y las uvas rojas en el centro sobre la puerta hacen referencia a las llagas de San Francisco, ya que los frailes terceros de la Orden Franciscana se instalaron en este templo en el siglo XVI.

Iglesia de la Consolación.

Muy cerca de esta iglesia existen un os vestigios de una antigua ciudad romana conocida como Domus Herculana. En este lugar fue hallado un relieve de Hércules con un perro.

Domus herculana.

Enfrente hay una bonito paseo con una estatua conocida como la Fuente de la Mora. En torno a ella existe una bonita leyenda sobre una trágica historia de amor.

Cuenta esta leyenda que una mujer musulmana se enamoró de un capitán cristiano en esta fuente. Un día el padre de la muchacha al llegar a casa encontró a su esposa muerta y fue en busca de su hija encontrándola en brazos del cristiano.

Fuente de la Mora

El padre furioso se abalanzó sobre el cristiano para matarlo, pero su hija se interpuso, siendo matada por su propio padre por accidente. El cristiano como venganza mató al padre.

11.) El Palacio de la Hilandera.

Frente a la fuente anterior encontraremos uno de los espacios que más disfrutamos de la visita. Hablamos del Palacio de la Hilandera, vivienda señorial del siglo XIX en estilo art-decó modernista y construida por Manuel de la Morena.

En su interior apreciaremos muchos detalles en estilo modernista como el mobiliario de finales del siglo XIX. Hay una sala dedicada al constructor Manuel López y otras en plantas superiores dedicadas a la industria fotográfica y su evolución. También se pueden visitar la cocina, el baño, las estancias de los sirvientes o el patio.

Los techos están decorados con preciosas pinturas y estucos de la época. La escalinata es una auténtica obra de arte.

12.) El Barrio de las Cruces y San Marcos.

Ya hemos comentado que el casco urbano está en pendiente y uno de los puntos más altos es esta barriada alcalaína. Desde la Cruz del Rayo se obtienen unas vistas impresionantes de la ciudad, sobre todo al atardecer.

Las cruces forman parte del paisaje urbano del barrio por ser el recorrido de un Vía Crucis que se inicia en el Juego de Pelota, en la Santa Cruz de la Rosa y que concluye en la Ermita de San Judas Tadeo.

13.) Visita a las instalaciones de Alcalá Oliva.

Jaén es la capital del olivo, con más de 66 millones de ejemplares en esta provincia andaluza. El 20% de la producción de aceite de oliva a nivel mundial se elabora en tierras jienenses.

Una visita imprescindible en Alcalá la Real son las instalaciones de Alcalá Oliva, empresa familiar que desde 1954 en la que surgió como sistema cooperativo de agricultores no ha parado de innovar y recibir premios y distinciones.

Instalaciones de Alcalá Oliva

Sus instalaciones cuentan con una almazara, en la cual producen un aceite virgen extra de calidad suprema, la planta de envasado, y el Museo del Aceite. La bonita finca que acoge el museo data de 1914 y se integra perfectamente en el paisaje bucólico del olivar.

Olivo centenario.

Alcalá Oliva ofrece visitas guiadas concertadas para grupos y familias en las que se visita el olivar con sus ejemplares centenarios y las instalaciones del museo. Durante este recorrido aprenderás sobre la historia de este árbol y todos los procesos de producción del aceite, tanto de antaño como en la actualidad.

Museo del Aceite

¿Has hecho alguna vez una cata de aceite? ¿Sabías que existen multitud de aromas y texturas?. Con tu visita acabarás siendo un experto en aceite AOVE. Mercedes, con su simpatía y sus conocimientos te guiará en esta experiencia sensorial.

La cata de aceite se hace en un vasito de cristal de 60 mm de diámetro para retener los aromas del aceite mientras se mueve y se calienta la copa con la mano. El color azul es para evitar que el color del aceite pueda influenciar al catador en su valoración.

Con Mercedes en las instalaciones del Museo del Aceite.


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Diplomado en Turismo por la Universidad de Alicante y Licenciado en Antropología Social y Cultural por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Le apasionan los idiomas, habiendo estudiado en la Escuela Oficial de Idiomas de Elche, Inglés, Francés e Italia. Además es Guía Oficial de Turismo por la Comunidad Valenciana.

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