Si en el casco antiguo de Altea predominan las casas encaladas en un blanco inmaculado en las que sobresale la cúpula azul de la iglesia, y en Benidorm su skyline de edificios construidos en vertical a una altura de vértigo, en Villajoyosa, hemos de destacar el popular Barrio de los Pescadores, cuyas casas están pintadas de vivos colores.
Villajoyosa, es un municipio de 34.000 habitantes, a tan sólo 10 km al sur de Benidorm, en la comarca de la Marina Baixa de la cual es su capital histórica y administrativa. Fue una importante ciudad en la época romana bajo el nombre de Alonis.
Pero fue bajo su fundación como ciudad ciudad cristiana, con el nombre de La Vila Joiosa (que en valenciano significa Villa Alegre) cuando se convirtió en un puerto con la finalidad de controlar el litoral de los ataques marítimos de los piratas berberiscos.
Por esta razón, el Rey Felipe II ordenó proyectar y llevar a cabo unas nuevas murallas renacentistas, posteriores a las islámicas que fueron acabadas a mediados de siglo XVI, y son las que hoy en día podemos contemplar.
Este activo puerto desarrolló un importante comercio marítimo con ultramar que dio como fruto el desarrollo de la industria chocolatera que junto a la pesca tanto de bajura como de altura han sido la industria motora de la población.
Es esta intensa relación con el mar la que ha marcado la historia de La Vila, que es como llaman los lugareños a su pueblo, con las fachadas de las casas del casco antiguo frente al mar, pintadas de intensos colores para así poder identificarlas desde el mar y desde la lejanía cuando debían marchar a Ultramar y poder facilitar el intercambio de señales.
La mejor forma de conocer la ciudad de La Vila Joiosa es con una ruta guiada que podéis reservar directamente desde nuestro blog.
El casco antiguo de Villajoyosa, con sus casas de colores, conforman un Conjunto Histórico Artístico que está declarado Bien de Interés Cultural.
Las Fiestas de Moros y Cristianos celebradas en honor a Santa Marta del 24 al 31 de julio con una antigüedad de más de 250 años están declaradas de Interés Turístico Internacional.
Rememoran un importante ataque realizado por los piratas berberiscos, supuestamente al mando de Zallé Arraez, en 1538 que fue repelido por los habitantes de la villa, y tienen la particularidad de presentar un combate naval y un desembarco en la playa.
El 29 de julio, se celebra la procesión de Santa Marta, cuyo caballero portador, la guía por su recorrido ofreciendo la santa al público. Este evento cultural atrae a miles de visitantes cada año a la localidad.
La iglesia fortaleza de la Asunción, es uno de los edificios más relevantes de la ciudad. Se levantó junto a las murallas renacentistas integrándose perfectamente en ellas. Contiene numerosos sillares procedentes de monumentos de la ciudad romana. La portada principal es de mediados del s. XVIII, de estilo barroco clasicista.
Villajoyosa tiene mucho que ofrecer; aquí sólo dejamos un par de pinceladas para abrir boca. Posee uno de los museos arqueológicos y de historia local más accesibles de Europa, el VilaMuseu, fábricas artesanales de chocolate que son visitables, ermitas y torres vigía y unas playas que gozan de las bondades que otorgan el distintivo europeo de la bandera azul. Incluso existe una playa pet-friendly, que tanto nos gusta, la playa del Xarco. 🙂
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